Corría el año 2007, el de su debut en el Mundial y, bajo el color plateado de McLaren, sumó su primer triunfo en la Fórmula 1.
Hamilton, que ganó tres de las seis carreras que se han disputado esta temporada, lleva dos consecutivas sin hacerlo en detrimento de su compañero, el alemán Nico Rosberg, que le ha ganado terreno y se acerca a la cabeza de la clasificación general.
Rosberg se aprovechó del error de Mercedes en Mónaco, que mandó a Hamilton a los ‘boxes’ a falta de nueve vueltas para cambiar neumáticos tras el accidente del belga Max Verstappen (Toro Rosso), destruyendo la carrera del británico, como así reconoció él mismo después.
Hamilton salió por detrás de su compañero de equipo y del también alemán Sebastian Vettel (Ferrari), acabando tercero una carrera que tenía en el bolsillo.
Rosberg ganó también en España y tiene ya 116 puntos, sólo 10 menos que el inglés y 18 más que un Vettel (98) que no se rinde.
Las aguas bajan turbias en Mercedes
La temporada pasada ya existieron roces entre los dos pilotos del equipo Mercedes y, en las últimas semanas, han vuelto a ponerse de manifiesto.
La escudería alemana cuenta con el mejor coche, con el motor más rápido y con el actual campeón del mundo, este año sus dos pilotos han estado siempre en el podio, pero su relación siembra de dudas un proyecto llamado a marcar una época.
“No quiero volver a Mónaco. No me importa. Es irrelevante y no puedo hacer nada respecto al pasado. Somos un gran equipo, tenemos un gran coche y hay que mirar hacia adelante. Me siento fuerte”, dijo un Hamilton incómodo y tenso en la conferencia de prensa oficial de la FIA este jueves.
La batalla está servida en Montreal, donde se espera el séptimo asalto entre ambos. con Vettel como invitado de excepción.
Ferrari quiere pescar en río revuelto
Con Vettel de rojo volvió la ilusión al ‘Cavallino Rampante’, de capa caída en los últimos años y que se renovó totalmente antes del inicio de la campaña. Vettel ya saboreó las mieles del triunfo con su nuevo equipo en Malasia y, en Canadá, querrá pescar en río revuelto.
Como sucediera en Mónaco, el alemán permanecerá al acecho para intentar aprovechar cualquier fallo de sus rivales.
En idéntica situación se encuentra el brasileño Felipe Massa, que viene de no puntuar con su Williams en Mónaco y quiere demostrar que puede aspirar a cotas más altas.
Williams parecía la única capaz de competir de tú a tú con Mercedes el año pasado pero, en este, se ha visto superado también por Ferrari.
“He tenido históricamente muchos problemas aquí. Espero que esta carrera sea la buena”, afirmó Massa.
Maldonado y Alonso sueñan con los puntos
A estas alturas sólo quedan cuatro pilotos por puntuar: los dos de Macor (el estadounidense Will Stevens y el español Roberto Mehri) y, sorprendentemente, Fernando Alonso y el venezolano Pastor Maldonado.
McLaren-Honda pasa por una etapa de transición esta temporada y los fallos mecánicos son el pan de cada día de la mítica escudería.
Alonso se resigna y sabe que deberá sufrir y esperar para volver a intentar ser campeón del mundo. Este no es su año, como ya quedó de manifiesto también en Mónaco, cuando apuntaba a los puntos y su coche volvió a dejarle tirado por un problema mecánico.
Maldonado, por su parte, pena con su Lotus por las últimas posiciones desde el comienzo del campeonato y ya sobrevuela en el ‘paddock’ un posible despido si todo sigue igual.
“Pastor no es intocable dentro del equipo”, dijo hace unos días Matthew Carter, director ejecutivo de la escudería de Enstone.
Preguntado por ello en la sala de prensa, Pastor se mostró confiado y le echó la culpa a la mala suerte.
“He tenido muy mala suerte, he tenido varios problemas durante las carreras. Tenemos un coche competitivo, es una buena oportunidad para nosotros”, apuntó.
Y es que parece que las aguas no bajan turbias únicamente en Mercedes.