La Copa América ya está a la vuelta de la esquina. En Chile, Neymar y compañía intentarán redimirse de tan traumática experiencia pero, a miles de kilómetros de ahí, en Canadá, otro equipo tratará de limpiar la imagen de la escuadra masculina. En otra Copa del Mundo.
La selección brasileña de futbol femenino comienza su andadura en el Mundial-2015 en Montreal el 9 de junio ante Corea del Sur, con la fotografía de David Luiz en la retina.
Espera un mes clave en el devenir inmediato de la ‘Canarinha’: la Copa América y este Mundial, en paralelo, servirán para empezar a sanar o abrir irremediablemente las heridas abiertas.
Neymar y Marta a escena
El equipo brasileño de fútbol femenino no sabe lo que es ganar un Mundial. A diferencia de sus pares masculinos, que lideran el palmarés histórico con cinco títulos en su haber, las mujeres aún no han podido llegar a lo más alto a pesar de contar con Marta, posiblemente, la mejor jugadora de todos los tiempos.
“Marta es tan importante para nosotros como Neymar lo es para el equipo masculino”, dijo el seleccionador brasileño, Vadao, hace unos meses.
Pero la realidad es que lo es mucho más: Marta es la máxima goleadora de la historia del Mundial, con 14 tantos, y ha sido Balón de Oro en cinco ocasiones, más que el argentino Lionel Messi (4), el francés Michel Platini (3) o el portugués Cristiano Ronaldo (3).
Marta es ‘la Pelé con falda’, como la definió el astro brasileño. Una jugadora de leyenda a la que sólo le falta un título mundial para poder engrosar la lista de los deportistas más importantes de todos los tiempos.
Neymar se perdió por lesión las semifinales ante Alemania pero estará liderando a los suyos en la Copa América. Brasil es Neymar y 10 más. Brasil es Marta y 10 más.
¿De nuevo en semifinales?
Encuadrada en el Grupo E junto a España, Costa Rica y Corea del Sur, Brasil y Alemania podrían verse las caras en la final si ambas acaban primeras o en semifinales, si el combinado sudamericano finaliza primero y el europeo segundo de su llave, el B, compuesto por la difícil Noruega -campeona en 1995-, Tailandia y Costa de Marfil.
“Estamos preparados y listos para viajar a Canadá con la intención de ganar el título por primera vez”, reconoció Vadao, confiado.
Las brasileñas tienen ante sí un reto apasionante en el Mundial femenino: por un lado, coronarse reinas del mundo por primera vez; por otro, sacar la cara y limpiar la imagen de un país deprimido futbolísticamente desde hace casi un año.
Ambas van de la mano y, en ambos escenarios, aparece Alemania al final del túnel. En China-2007, las germanas ya se impusieron 2-0 en la final y, por ello, también hay ganas de revancha. Renovarse o morir o, en este caso, redimirse o caer irremediablemente en desgracia.