Ahora tiene cinco trabajadores y la meta es fabricar de 80 a cien bolsas mensuales, además de otros productos como zapatos, billeteras y accesorios.
Gusto por el diseño
A los 19 años de edad, Thelma elaboró su primera bolsa. Eso la impulsó a ser diseñadora y mejorar sus creaciones.
A la fecha cuenta con dos colecciones, una con telas de Chichicastenango, y la segunda, de Nebaj. Ofrece más de cien tipos de bolsas de distintos estilos.
“Mi meta es dar a conocer Guatemala a través de mi trabajo, porque muchos ignoramos la riqueza que el país ofrece”, dice, y agrega que ella misma compra la tela.
“Damos a conocer de dónde provienen las telas e información de la comunidad, así como qué se busca transmitir con los tejidos”, expresa.
Dávila refiere que aunque las bolsas sean de un mismo diseño y colección, nunca son iguales porque los huipiles o cortes de tela que utiliza nunca se tejen de la misma manera.
“En pocas palabras, la hechura de su bolsa se vuelve una pequeña historia de principio a fin”, comenta.
La emprendedora dice que aún no tienen capacidad para vender a almacenes porque su producción es manual, aunque señala que son ventas al detalle, con diseños suyos o bajo pedido.
El cliente tiene la posibilidad de elegir materiales, colores, herrajes y forros, según se explica en su sitio de internet www.thelmadavila.com, que lanzó hace pocas semanas y por medio del cual también se pueden hacer pedidos.
Los precios van desde Q450 a Q925 por bolsa.
La emprendedora cuenta que ha recibido pedidos desde Alemania, Austria, Estados Unidos y Argentina, y que su meta es darse a conocer en el mundo.
Respecto del flujo de trabajo, comenta que el diseño y el patronaje le pueden llevar un día; la confección, otro, y uno más para limpieza y detalles.
Para Thelma la familia ha sido de gran apoyo. “Me tiré al agua” y ahora el negocio va caminando, refiere, al tiempo de indicar que esos resultados los ha obtenido porque las personas han confiado en ella.