Carlos Humberto Volvito, hermano de las víctimas, lamentó el ataque y dijo que desconocía el motivo por el que las balearon, ya que no estaban involucradas en ningún problema.
El sujeto agregó que las dos féminas eran madres solteras, y que la mayor de ellas dejó en la orfandad a tres menores, mientras que la otra, a la niña que resultó herida.
“Yo me dedico al transporte pesado, somos varios hermanos y entre todos colaborábamos con ellas. Eran mujeres de bien. Mi madre está muy enferma y no sé cómo vaya a responder. Le exigimos a las autoridades que investiguen este crimen”, expresó Volvito.
Valdemar Gómez, jefe de la Comisaría 32 de la PNC, indicó que los familiares que llegaron a la escena del crimen negaron información requerida por agentes policiales, y que los atacantes habrían esperado a sus víctimas, quienes regresaban de una tienda cercana y sin mediar palabra las ultimaron.
Algunos vecinos dieron a conocer que en el transcurso del día un taxi procedente de la capital circulaba por el sector, y que cuando un autopatrulla se acercó el vehículo se retiró.
Agregaron que el ataque fue ocasionado por dos jóvenes en una motocicleta, quienes se acercaron a Ericka, le dispararon, y cuando Amarilis intentó escapar también la ultimaron e hirieron a la menor.
El jefe policial añadió que el ataque pudo ser ocasionado por la rivalidad que existe entre algunas pandillas que operan en el sector, y que se presume que habían amenazado a las féminas por no querer unirse a una de ellas.
Gómez agregó que algunos familiares de las víctimas amenazaron con llevar pandilleros de San José Pínula, Fraijanes, y de la capital, para tomar represalias contra los atacantes.