El informe, datado el 15 de mayo y aún confidencial, fue obtenido por la AFP y sería publicado en su forma definitiva la semana próxima.
Según indica el reporte, 231 mujeres haitianas aseguraron haber mantenido relaciones sexuales con cascos azules a cambio de servicios o de bienes materiales (calzados, vestimenta, teléfonos móviles, computadoras personales, perfumes).
Para las mujeres de las zonas rurales, “el hambre, la carencia de vivienda y la penuria de productos de primera necesidad y de medicamentos” fueron los factores principales que las llevaron a prostituirse.
Según otra investigación llevada a cabo en Monrovia entre 489 mujeres de entre 18 y 30 años , “más de una cuarta parte habían procedido a transacciones sexuales con cascos azules, generalmente por dinero”.
Se trata de una flagrante violación de las reglas de la ONU, que asegura practicar una “política de tolerancia cero” hacia los abusos sexuales en sus misiones y “reprobar firmemente las relaciones sexuales” entre cascos azules y las poblaciones que protegen.
Este es un problema recurrente 10 años después del lanzamiento por la ONU de una estrategia para luchar contra los abusos sexuales en sus misiones, que reúnen a casi 125.000 personas en todo el planeta.
Cuatro de las 16 misiones de cascos azules de la ONU se ven particularmente afectadas, según el informe: Haití, República Democrática del Congo, Liberia, Sudán y Sudán del Sur.
mujeres habrían prestado servicios sexuales a cascos azules en Haití y Liberia a cambio de ropa, zapatos o algún otro bien.
El caso de Repúlica Centroafricana
El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Zeid Raad Al Hussein, reiteró hoy a los gobiernos de todos los países cuyos soldados están o han estado desplegados en la República Centroafricana que investiguen cualquier alegación de violación de los derechos humanos.
Este nuevo llamamiento de Zeid se produce tras darse a conocer que soldados congoleños habrían cometido “desapariciones forzadas” , “tortura” y “asesinatos extrajudiciales” de al menos 11 centroafricanos.
Aparentemente, según la investigación de los funcionarios de la ONU, las fuerzas congoleñas se habrían enfrentado con milicias anti-Balaka, y tras un intercambio de disparos, habrían secuestrado y posteriormente asesinado al líder de estos rebeldes y a diez personas de su familia.
A pesar de que este hecho fue conocido por los investigadores y la ONU solicitó tanto al gobierno de la República del Congo, como a la Unión Africana que investigaran sobre las alegaciones, no ha sido hecho nada hasta la fecha.
