César Augusto Chávez, padre del menor, explicó que notó la ausencia de los jóvenes la mañana del domingo, quienes no llegaron a dormir a la vivienda, por lo que salió acompañado de algunos vecinos para buscarlos.
Agregó que siguieron un rastro de sangre hasta un barranco, donde encontraron los cadáveres desnudos y abrazados, con múltiples heridas, aparentemente ocasionadas con machete.
“Hoy cuando los estaba buscando, algunas personas me indicaron que mi primo había tenido problemas con un concuño, y que se habían peleado. Yo traje a mi hijo a esta finca en noviembre, vivíamos en la capital pero debido a la violencia nos venimos para acá. Él era un patojo bueno, estudiaba medio día y cursaba segundo básico”, dijo Chávez.
Wálter Cabrera, de Bomberos Voluntarios, añadió que utilizaron equipo especial para rescatar los cadáveres y que trabajaron durante una hora, ya que se encontraban en un área con difícil acceso.
Fiscales del Ministerio Público recogieron evidencias en el lugar e indicaron que posiblemente las víctimas fueron atacadas en otro lugar y que los lanzaron al barranco.