El principal dirigente de ese sindicato es el presidente boliviano, Evo Morales, quien desarrolla una amplia campaña internacional en favor de la milenaria planta consumida ancestralmente en Bolivia en mascado, infusión y rituales religiosos.
Antecedente
Durante la cumbre del G-77+China, en junio del 2014 organizada por Bolivia, un grupo de colonos regaló una torta de cumpleaños de harina de coca al secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, aunque no hay certeza de que el diplomático la haya probado.
La ONU readmitió en el 2013 a Bolivia en su Convención de 1961 sobre drogas, con la inclusión de la reserva al masticado de las hojas de coca, un año después de que La Paz denunciara la convención que proscribía esa práctica ancestral.
La hoja de coca es la materia prima para la fabricación de cocaína mediante un proceso químico. Sin embargo, Morales defiende que el mascado de coca regula la diabetes o la presión arterial alta, entre otros males.
Bolivia cuenta, según datos de las Naciones Unidas, con 25 mil 300 hectáreas de cultivos de coca, aunque una ley de la década del 80 autoriza hasta 12 mil hectáreas para usos legales.
Bolivia es el tercer productor mundial de coca y cocaína, después de Perú y Colombia, según la ONU.
Los cocaleros bolivianos regalarán al papa un pastel de hoja de #coca http://t.co/mCmkm4xr7y #Bolivia pic.twitter.com/Uk9v3bWlu5
— La Nación Ecuador (@LaNacion_Ec) June 22, 2015