Pudieron jugar en el Old Course, sintiendo toda la emoción de estar en el templo del golf y luego se fueron al norte para sus partidos en el Royal Aberdeen.
“Es uno de mis lugares favoritos en el mundo”, dijo Spieth la noche del domingo.
“Recuerdo recorrer el club… y me puse a admirar las pinturas de la realeza jugando al golf, con fechas que decían mil cuatrocientos y tanto.
Me quedé pensando, nuestro continente fue descubierto en 1492 y esa gente ya jugaba golf, mucho antes que supieran que existía América”.
Eso fue hace apenas cuatro años, cuando Spieth no era muy conocido en el mundo del golf. La próxima vez que llegue a St. Andrews llamará más la atención.
El texano de 21 años, quien se vistió la chaqueta verde en abril, como monarca del Masters, alzó el domingo el trofeo del U.S. Open en Chambers Bay.
Desde que Tiger Woods lo consiguió en 2002, nadie había ganado el Masters y el U.S. Open en el mismo año. La lista de golfistas que han conseguido esta hazaña es sencillamente impresionante: Jack Nicklaus, Arnold Palmer, Ben Hogan en dos ocasiones y Craig Wood.
¿Compañía de elite? Desde luego, y hay más. El último golfista que ganó el U.S. Open por un tiro con un birdie en el hoyo final, como lo hizo Spieth, fue Bobby Jones en 1926.
Y el otro jugador que conquistó diferentes majors antes de cumplir 22 años fue nada menos que Gene Sarazen en 1922. Los nombres célebres siguen surgiendo, y Spieth los escucha con un brillo en los ojos azules y con una medalla dorada pendiendo de su cuello.
“No pienso que esos nombres deban mencionarse así nada más”, comentó después de su victoria por un golpe sobre Dustin Johnson y Louis Oosthuizen.
“Esa es una parte de la historia del golf. Como historiador del golf, esto me parece muy especial y me hace sentir un hueco en el estómago. Es asombroso. Y mejora cada semana con nuestro equipo. Esos nombres se refieren a los más grandes que han jugado este deporte, y no considero que yo esté ahí. Pero desde luego que ha tenido un buen comienzo para causar un impacto en la historia del golf”.
Esta vez, cuando Spieth viaje a Escocia, enfrentará más presión, pues buscará algo que ninguno de esos golfistas históricos conquistó jamás: el Grand Slam. “Por ahora me concentro en la jarra de plata”, indicó.
“El Grand Slam es algo que creo que nadie puede conseguir jamás, considerando que vi a Tiger ganar un gran porcentaje de majors en los que jugaba. Él ganó el Tiger Slam’, pero nunca consiguió los cuatro en un año.
Y creo que si alguien iba a lograrlo debió ser él. Todavía podría hacerlo”. El “Tiger Slam” se refiere a la proeza alcanzada por Woods, quien ganó el U.S. Open, el Abierto Británico y el PGA Championship en 2000, así como el Masters en 2001.