El cloruro de sodio —compuesto químico de la sal— consumido en grandes cantidades, afecta directamente la circulación, endurece las arterias y puede causar problemas renales. “La arterioesclerosis es una de las enfermedades más comunes relacionadas con el consumo excesivo de sal”, dice Monzón. Esta afección se caracteriza por la acumulación de placa —sustancia pegajosa compuesta de grasa, colesterol, calcio y otras que se encuentran en la sangre— en las arterias. Con el tiempo, esta placa se endurece y angosta las arterias. Eso limita el flujo de sangre rica en oxígeno.
“El consumo del cloruro de sodio provoca que las arterias pierdan su elasticidad, hace que el organismo no funcione de la misma manera y que al corazón se le dificulte trabajar. Los pacientes con problemas de presión alta son los más vulnerables a la sal”, explica el cardiólogo Guillermo Gaitán.
“Lo primero que se hace con ellos es disminuir o incluso eliminar el consumo de esta”, agrega Gaitán.
Opciones
La sensación del peculiar salado del cloruro de sodio puede experimentarse también con variedad de especias que no son dañinas para el organismo.
Los médicos recomiendan no consumir más de 5 gramos de sal al día, que sería menos de la mitad de una cucharadita. “La sal salina (proviene directamente del mar) o la sal negra (proviene de una mina) son excelentes suplementos, ya que tienen menos cantidad de cloruro de sodio”, comenta Monzón.
Monzón propone utilizar tomillo —se usa especialmente para sazonar carnes, recados y salsas—, semilla de ayote —para recados, en polvo; y entera, para ensaladas—, semilla de girasol —ideal para ensaladas con unas gotas de limón y aceite de oliva—, ajonjolí —ideal para ensaladas, recados, y para sellar carnes—, comino —para salsas y carnes; el consumo de este ayuda a la digestión—, mostaza —para sazonar las carnes blancas o rojas antes de prepararlas—, y el cúrcuma o curry, que por su intenso sabor se utiliza para guisados.
El ajo, finamente picado para sazonar las carnes y verduras también aporta ese sabor salado.
A las personas con hipertensión se les recomienda consumir vegetales, productos lácteos bajos en grasa, granos completos y proteínas de fuentes vegetales, así como reducir las grasas saturadas y aumentar el consumo de frutas.
Receta casera
Procesar o moler una cucharadita de pimienta gorda, una cucharada de tomillo, una de orégano, una de albahaca y una de cebolla deshidratada. Esta preparación se guarda en un salero.
Riesgos
- “El consumo de sal en los hipertensos uno de los principales factores de riesgo para tener una enfermedad cardiovascular”, dice el médico Daniel Bustos, gerente médico de la franquicia cardiometabólica de Pfizer Centroamérica y el Caribe.
- “Esto sucede porque que los vasos sanguíneos se endurecen y se reduce la calidad de vida del paciente porque la sangre no circula con normalidad”, dice el cardiólogo Guillermo Gaitán.
- Su alto consumo causa problemas renales porque el riñón no tiene la capacidad suficiente para depurar este mineral.