Con bombos, banderas y una camiseta gigante de la selección chilena, los estudiantes marcharon por la céntrica avenida Alameda, pasando por el frente de la casa de gobierno.
De acuerdo a los organizadores, la convocatoria reunió a unas 120 mil personas, quienes consideran insuficientes los cambios propuestos por el gobierno de Michelle Bachelet.
“Exigimos al ministro de Educación, Nicolás Eyzaguirre, respuestas más claras, paremos con la soberbia”, dijo Valentina Saavedra, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech), que encabezaba la manifestación.
Los estudiantes buscan reemplazar el modelo educativo legado por la dictadura de Augusto Pinochet (1973-1990) por un sistema público, gratuito y de calidad, en un país donde sólo el 40% de la matrícula escolar estudia gratis mientras que a nivel universitario es imposible hacerlo.
Bachelet, que llegó al gobierno en marzo del 2014 con la promesa de hacer una profunda reforma educativa, ha encontrado dificultades para implementar los cambios propuestos.
El año pasado logró la aprobación de una primera parte referida a la educación escolar, poniendo fin a la selección de estudiantes, la obtención de ganancias y un “copago” de parte de los padres de niños que asisten a colegios subvencionados.
Para el próximo año, la mandataria prometió la gratuidad para unos 260 mil estudiantes de instituciones de educación superior, donde están matriculados actualmente 1.2 millones.
Pero los estudiantes quieren ir más allá, planteando incluso la “gratuidad retroactiva” y la condonación de las deudas universitarias.
En paralelo, los profesores resolvieron el miércoles reciente mantener un paro indefinido que suma ya más de tres semanas, en rechazo de un proyecto de ley que regulará el ejercicio de la docencia que se discute en el parlamento.
Los maestros piden el retiro de la iniciativa, que vincula los incrementos salariales a evaluaciones periódicas de desempeño.