Paraguay, subcampeón en 2011, descarriló la posibilidad de choque entre los dos gigantes de Sudamérica al eliminar el sábado a los brasileños en una definición por penales. Mediante el mismo método, Argentina avanzó a costa de Colombia.
Algo tienen en común los cuatro semifinalistas: todos son dirigidos por técnicos argentinos. Jorge Sampaoli es el timonel de Chile, Ricardo Gareca de Perú, Ramón Díaz de Paraguay y Gerardo Martino de Argentina.
Las semifinales se ponen en marcha el lunes con el duelo Chile-Perú, en el Estadio Nacional de Santiago, y se completan el martes con el Argentina-Paraguay, en Concepción, en el sur del país.
Algunos puntos a tener en cuenta sobre estos duelos.
La carga de Messi
Lionel Messi, el mejor jugador del planeta y ganador de todos los títulos posibles con el Barcelona, tiene una deuda pendiente con Argentina, donde no le perdonan que no haya ganado ningún título con la selección absoluta. Hace cuatro años, como anfitriona, la Albiceleste fue eliminada en cuartos de final por el eventual campeón Uruguay. Y el año pasado, Messi y compañía perdieron 1-0 ante Alemania en la final del Mundial.
Luego de otra temporada extraordinaria con el Barsa, que terminó con la conquista de su segundo triplete y seguramente le merecerá su quinto Balón de Oro, Messi llegó a Chile con poco descanso y la enorme presión de ayudar a Argentina a frenar una sequía de 22 años sin un título. El último fue la Copa América de 1993.
Aunque ha dado destellos de su genio, Messi suma apenas un gol en el torneo, producto de un penal en el empate 2-2 con Paraguay en el debut. A menudo ha sido frenado por celosas marcas y pierna fuerte, una estrategia que seguramente continuará contra Paraguay.
Paraguay y los empates
Paraguay fue finalista en 2011 sin ganar un solo partido, con tres empates en la fase de grupos, y otros dos en los cuartos de final y semifinales, donde se impuso por penales.
Y esa misma vía volvió a meterlo entre el cuarteto final.
La Albirroja, que viene de terminar última en las pasadas eliminatorias mundialistas, exhibió temple para despachar a Brasil en los cuartos de final. Díaz, el entrenador más exitoso en la historia de River Plate, tomó las riendas del grupo en diciembre, y en el poco tiempo que lleva al mando ya empezó a transmitirle parte de la mística ganadora que cosechó con el club argentino.
“Hemos jugado contra Argentina (2-2), Uruguay (1-1) y Brasil, y ninguno nos pudo ganar. Hay que tener mucho respeto por este equipo”, advirtió Díaz.
La presión del anfitrión
Chile ha sido el mejor equipo del torneo, y viene de superar 1-0 nada menos que al último campeón Uruguay en los cuartos de final. Fue un choque duro, de mucho roce, en el que la Roja acaparó la posesión de la pelota y los ataques, fiel al sello que le impuso Sampaoli desde que llegó en 2012.
Ese encuentro podría dejar una consecuencia: la posible baja del central titular Gonzalo Jara, denunciado ante la Conmebol por la federación uruguaya por provocar a Edinson Cavani tocándole el trasero en el duelo del miércoles. El organismo rector del fútbol sudamericano indicó que decidirá el caso antes de las semifinales.
Con o sin Jara, Chile tiene la presión de conquistar su primera corona continental, más ahora que cuenta con una generación dorada con figuras como el volante Arturo Vidal, el delantero Alexis Sánchez y el arquero Claudio Bravo, estrellas en la Juventus, Arsenal y Barcelona, respectivamente.
Chile, Venezuela y Ecuador son las únicas selecciones sudamericanas que nunca ganaron la Copa América.
“Es importante dar el paso ese de poder consolidar la oportunidad de avanzar, que lo ponga (a Chile) con los equipos más importantes de Sudamérica”, dijo Sampaoli.
Perú, el aguafiestas
Perú, que tiene una antigua rivalidad deportiva y geopolítica con Chile, ha ido de menos a más en el campeonato. Arrancó con un revés 2-1 ante Brasil, luego superó 1-0 a Venezuela y se clasificó a cuartos de final con un empate sin goles con Colombia.
El equipo dirigido por Gareca guardó lo mejor para la segunda ronda, al liquidar 3-1 a Bolivia con un triplete de Paolo Guerrero, el máximo artillero de la pasada Copa América en la que la selección terminó tercera.
“Estamos demostrando una vez más que este equipo quiere salir adelante, quiere mejorar, y esperamos que esto sea el comienzo”, comentó Guerrero.