En el tramo final del encuentro Suecia fue superior y mostró un mejor estado de forma, mientras que los lusos acabaron bajos anímicamente tras estrellarse una y otra vez con la barrera amarilla, sin que apareciera la magia de Bernardo Silva.
Se le volvió a atragantar esta categoría Sub21 a los lusitanos, que hicieron un buen campeonato y deslumbraron en semifinales frente a Alemania.
Portugal comenzó muy enchufado y dispuso de tres ocasiones en los dos minutos iniciales, la mejor la de Ricardo, cuyo disparo lamió el poste derecho de Carlgren.
Los suecos no habían ganado nunca esta ni ninguna categoría inferior oficial de la UEFA.
Cavaleiro sacó petróleo de una jugada cerca del área escandinava y forzó un libre directo, tras el que Oliveira estrelló el balón en el larguero. Era el minuto 6 y no había noticias de los suecos, fuera de una defensa numantina.
Pero era un guión al que está acostumbrado el colectivo de Hakan Ericson, que forzó una y otra vez el fuera de juego de Cavaleiro con una disciplina defensiva abrumadora, y que apostó más bien por los ataques esporádicos.
Y es que, a pesar del dominio luso, los de Rui Jorge no conseguían abrir el cerrojo planteado por Suecia, y hubo que intentarlo de lejos, como lo hizo varias veces el lateral izquierdo Guerreiro.
Suecia pidió mano del defensa en el 19, pero el colegiado polaco Pawel Raczkowski no la vio.
Tibbling era por entonces el jugador más desequilibrante de los suecos, ante un Khalili menos participativo en la construcción, y que parecía reservarse para la segunda manga.
El punta Guidetti, en una bonita volea, sí que estuvo a punto de marcar en el 52, en lo que fue la mejor ocasión sueca hasta entonces.
Tozé, que entró de refresco por el capitán Oliveira, lo intentó desde 20 metros en el 62, y un minuto después hizo lo propio Medeiros, saliendo el balón a escasos centímetros de la cepa del poste derecho de Carlgren.
Suecia entendió que debía sacudirse el asedio y se estiró, pero sin producir apenas ocasiones.
Y Sá salvó a los suyos en el minuto 85, tras desenvolverse Guidetti en una maraña de contrarios en el área pequeña y lograr disparar.
En esos compases finales, mientras Portugal seguía sin ver la forma de penetrar la defensa de Carlgren y acusaba los nervios, los suecos llegaban con más peligro en jugadas de contragolpe, pero el marcador no se movió en el tiempo regular.
La prórroga siguió como todo el partido, con Suecia defendiendo sólidamente y haciendo daño en los contragolpes.
Es cuando se sintió más la peligrosidad de Khalili, que estuvo a punto dos veces de introducir el balón en la portería de Sá, una de ellas de preciosa rosca.
Al final, decidieron los lanzamientos de penalti. Era la segunda final de ambos equipos, que curiosamente cayeron en los años 90 frente al mismo combinado, el italiano, en su intento de levantar esta copa.
Suecos y portugueses estuvieron esta edición en el mismo Grupo B, y antes se habían visto las caras en el Europeo de 2004, celebrado en Alemania.
Hubo al inicio un minuto de silencio por la muerte del legendario exfutbolista Josef Masopust, ocurrida ayer, un día después de que Michele Platini, presidente de la UEFA, le entregara personalmente el 2014 UEFA Presidents Award.
“Le quise entregar este galardón a Josef en su país natal y de hecho le vi el domingo, en su casa, antes de que nos dejara”, dijo el máximo funcionario de la UEFA. “Fue una experiencia impresionante que nunca olvidaré”, añadió.