El reglamento disciplinario de la UEFA penaliza el uso de símbolos, gestos o cánticos que no encajen en un evento deportivo, particularmente mensajes de naturaleza política, ideológica, religiosa, ofensiva o provocativa con sanciones económicas e incluso el cierre parcial del estadio.
Durante la final del pasado 6 de junio, ganada ante la Juventus de Turín (3-1), la afición azulgrana llenó su grada de banderas independentistas –amarillas con cuatro franjas rojas y una estrella blanca sobre un triángulo azul– y entonó cánticos por la secesión de esta región del noreste de España.
El Barcelona presentará un recurso pidiendo el archivo del expediente, basando su argumentación en la libertad de expresión de sus aficionados y en el informe del delegado de la UEFA en el partido que calificó el comportamiento de los seguidores catalanas de excelente, dijo un portavoz del club.
Históricamente vinculado al nacionalismo catalán, el FC Barcelona apoya la celebración de un referéndum en la región, donde el independentismo ganó fuerza en los últimos años, y en varias ocasiones cedió su estadio para actos independentistas.
Durante la final de la Copa del Rey del 30 de mayo celebrada en el Camp Nou ante el Athletic de Bilbao, tanto la afición catalana como la vasca dedicaron una sonora pitada al himno español que también podría conllevarles una sanción por parte de las autoridades españolas.
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