Pero el fundador de la iglesia, Bill Levin, decidió que no se fumara la hierba durante el servicio para evitar arrestos y asegurarse de poner a prueba la nueva ley de objeciones religiosas del estado en una corte civil y no en terrenos penales.
La policía de Indianápolis no realizó arrestos antes, durante o después del servicio.
Pero unas 40 personas que están en contra de la nueva iglesia, se manifestaron del otro lado de la calle durante el servicio, algunos de ellos con letreros con leyendas tales como: “La marihuana es ilegal en Indiana”.