Su laboratorio empleará células pluripotentes inducidas (iPS) , que tienen capacidad para convertirse en cualquier tipo de tejido, para generar los órganos.
El primer paso es inocular células iPS humanas que han sido programadas para crear, por ejemplo, tejido pancreático, en embriones de cerdo que han sido modificados para carecer, en este caso, de páncreas.
El embrión se implantaría después en una hembra de cerdo y el resultado que se espera es que la cría nazca con un páncreas humano gracias a las iPS.
Nakauchi ya logró que un cerdo programado para no tener páncreas naciera con uno, aunque este fue generado a partir de células iPS porcinas.
Según el científico nipón, está técnica no se emplearía para realizar trasplantes completos de páncreas si no para el trasplante de células de islotes pancreáticos, una técnica más sencilla que se emplea actualmente en pacientes diabéticos.
Una vez trasplantadas, estas isletas pueden comenzar a producir insulina, responsable de regular el nivel de azúcar en sangre.
Los experimentos de Nakauchi son similares a los que actualmente lleva a cabo el bioquímico español Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de La Jolla (EE.UU.) que también está trabajando actualmente en introducir células madre humanas en embriones de cerdo para obtener otras células que puedan usarse para trasplantes.
Los experimentos de Nakauchi son similares a los que actualmente lleva a cabo el bioquímico español Juan Carlos Izpisúa, del Instituto Salk de La Jolla (EE.UU.) que también está trabajando actualmente en introducir células madre humanas en embriones de cerdo para obtener otras células que puedan usarse para trasplantes.