Las autoridades educativas indicaron que dicho proyecto beneficiará a unos cuatro mil estudiantes, en cuyos establecimientos utilizan pozos artesanales, por lo que son vulnerables a enfermedades gastrointestinales.
Oscar Matul, técnico de la embotelladora, indicó que los dispositivos está elaborado de barro, lo que detiene bacterias; serrín, el cual se convierte en carbón y elimina mal olor y sabor del líquido. También contienen plata coloidal, que elimina bacterias.
Azalia de Fernández, directora departamental de Educación, informó que lo donado será puesto a disposición de los estudiantes y del personal docente.
“Esto es algo histórico, ya que los niños al fin podrán tomar agua purificada. Con ello se prevendrán muchas enfermedades. Los ecofiltros recibirán mantenimiento”, expresó De Fernández.
Paola Galich, gerente de asuntos públicos de la embotelladora, informó que próximamente el proyecto se extenderá a otras comunidades de ese municipio.