Guatemala

Niños afrontan riesgos en travesía a EE. UU.

La prevalencia de niños migrantes no acompañados que buscan llegar a Estados Unidos durante una travesía que no solo vulnera sus derechos, sino los pone en peligro de muerte o de ser blanco del crimen organizado en su paso por México, es lo que preocupa a diversos sectores de la sociedad y entidades de derechos humanos de Huehuetenango.

Pobladores de Chiantla, Huehuetenango, llevan en hombros el ataúd con el cuerpo del menor Gilberto Ramos, para inhumarlos en el cementerio de ese municipio. (Foto Prensa Libre : Mike Castillo)

Pobladores de Chiantla, Huehuetenango, llevan en hombros el ataúd con el cuerpo del menor Gilberto Ramos, para inhumarlos en el cementerio de ese municipio. (Foto Prensa Libre : Mike Castillo)

El obispo de la Diócesis de Huehuetenango, Álvaro Ramazzini, expresó su preocupación porque familiares pagan a coyotes para que trasladen a niños y adolescentes no acompañados desde los 14 a 17 años sin considerar el peligro en el que ponen a estos menores.

El religioso considera que en el caso de las niñas se exponen a violaciones, al negocio de la trata de personas, prostitución, muerte y otros riesgos al pasar por el desierto.

Agrega que la causa estructural del problema es la pobreza extrema y porque no se ha ratificado el tratado de reubicación familiar por parte del gobierno estadounidense, que de hacerlo, permitiría el reencuentro de estos niños con sus padres. “Los menores no acompañados buscan a sus papás y mamás que están en Estados Unidos”, aseguró.

El obispo explicó que pese a ser un tema prioritario y de urgencia para los hispanos, no hay una reforma migratoria integral con “rostro humano” por parte de la administración del presidente Barack Obama.

Érick Villatoro, delegado departamental de la Procuraduría de los Derechos Humanos (PDH), resaltó que el Estado de Guatemala no tiene capacidad para atender la llegada de menores indocumentados procedentes de Estados Unidos a través de sus diferentes instituciones.

Agregó que la institucionalidad no puede garantizar una atención de calidad a la población infantil en su territorio y menos a quienes vienen en calidad de repatriados, y que ya han sido afectados con la violación de sus derechos humanos y vejámenes en el tránsito hacia Estados Unidos, a donde han viajado de forma ilegal.

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