Karla Mercedes Samayoa, del movimiento Reforestemos Purulhá, detalló que con ayuda de empresas y establecimientos educativos públicos de primaria y ciclo básico sembraron cipreses y pinos de especie maximinoi, y que participaron unas 500 personas, la mayoría estudiantes.
“El corredor biológico del bosque nuboso está siendo depredado de manera acelerada, y es uno de los más grandes de Centroamérica que aún se puede apreciar”, explicó Samayoa.
Lorena Flores, del departamento de Comunicación de Energuate, dijo que este es el segundo año que esa empresa participa en esta actividad, y que en esta ocasión donó cuatro mil arbolitos para apoyar la reforestación.