Antecedentes
El 29 de julio de 1773, día de Santa Marta, a las 15.40 horas se produce un fuerte terremoto que hace entrar en pánico a los habitantes de Santiago de los Caballeros, sede de la Capitanía General de Guatemala. La magnitud del sismo fue de aproximadamente 7.5 grados Richter, y destruyó gran parte de las suntuosas construcciones de la ciudad, entre ellas, casas, conventos e iglesias. Días después, réplicas fuertes terminan de derribar las pocas construcciones que aguantaron el primer sismo.
No era la primera vez que Santiago era afectada por los sismos y se consideró trasladarla a otro sitio.
Ahí surgió la polémica entre los vecinos que se formaron en dos bandos: los traslacionistas y los terronistas. Los primeros, conformados por las familias nobles y adineradas, estaban a favor de trasladar la ciudad a otro sitio; los segundos, integrados por la Iglesia y los comerciantes, abogaban por la reconstrucción de la ciudad en Panchoy.
Conforme pasaban los meses y los sismos se calmaron, más gente quería quedarse en Santiago.
A pesar de las diferencias, el capitán De Mayorga escribió en enero de 1774 al Rey Carlos III para que autorizara el traslado de la ciudad.
El monarca ordenó que se integrara una comisión para que evaluara los lugares donde podría asentarse la nueva capital. Los ingenieros evaluaron las tierras de Jalapa y Chimaltenango, pero al final se inclinaron por el pueblo de La Asunción, en el valle de la Ermita o de las Vacas.
La Ermita
El valle de la Ermita se encuentra a 54 kilómetros de Panchoy. En él existía un pueblo habitado por pocas personas. Desde 1613 se encontraba una ermita dedicada a la imagen de la Virgen del Carmen, traída por el ermitaño genovés Juan Corz desde España, como regalo de Santa Teresa de Jesús. La ermita formal se construye en 1620 muy parecida a la que conocemos hoy en día.
El 21 de septiembre de 1775 el Rey Carlos III de España emite la Real Cédula ordenando el traslado de la ciudad al pueblo de la Ermita, llevando consigo el escudo, los títulos, prerrogativas y patronos. La cédula llega a Guatemala el 1 de diciembre de 1775. Mayorga tuvo entonces base legal para obligar al Ayuntamiento, al claustro de la Universidad, a la Iglesia y a los vecinos renuentes.
Uno de los más tenaces opositores fue el arzobispo Pedro Cortez y Larraz, quien retrasó el nombramiento de párrocos para los nuevos pueblos fundados en las cercanías de la Nueva Guatemala. Cortez y Larraz fue trasladado de diócesis y en su lugar llegó Cayetano Francos y Monroy, más favorable al cambio de sitio.
El ayuntamiento abandona Santiago el 31 de diciembre y llega a la Ermita el 2 de enero de 1776, en donde se realiza el primer cabildo a un costado del pueblo de la Asunción en La Ermita.
El plano de la nueva ciudad fue elaborado por el arquitecto Luis Díez de Navarro y finalmente modificado por Marcos Ibáñez.
Unos de los primeros habitantes en llegar al nuevo asiento de la ciudad fueron el marqués de Aycinena, estableciendo su palacio en lo que hoy es la 9a. calle y 7a. avenida, zona 1. Con él iba la Virgen del Rosario de Santo Domingo, Patrona de la República. En esa casa se veneró hasta 1808, fecha en la que se inauguró su templo, hoy Basílica Menor.
Los primeros habitantes pasaron muchas penas por la falta de alimentos, agua y alojamiento, y la escasez de mano de obra para construcción. Muchos optaron por regresar a Santiago. El 23 de mayo de 1776, por real decreto, se bautiza a la nueva capital como Nueva Guatemala de la Asunción.
Traslado de los últimos habitantes
Los frailes de la orden de la Merced Redención de Cautivos permanecía en Santiago a la espera de que les asignaran los solares respectivos en La Ermita para la construcción de su iglesia y convento, los cuales fueron adjudicados en febrero de 1776. Dos años después se concluye la construcción de la sacristía y la capilla primitiva mientras se construye la iglesia formal y el convento.
El 25 de junio de 1778 De Mayorga ordena al padre provincial de los mercedarios, fray Simón de Acuña, que los frailes de la Merced se trasladasen a la nueva capital, junto con las imagenes de Jesús Nazareno y Nuestra Señora de las Mercedes.
Miguel Álvarez, cronista de la Ciudad de Guatemala, en su estudio “Jesús de la Merced. De Panchoy a la Ermita” indica parte del relato del traslado de las imágenes: “Pues tenía por cierto que saliendo estas devotas Ymágenes, saldría también toda la gente, según la devoción que se les tenía” (se respetó la redacción original). Al enterarse los habitantes de aquella orden superior, y habiéndose fijado la fecha del traslado, se notó en todos una tristeza indescriptible, una piadosa vecina rogó a los mayordomos de la Cofradía que descubriese la imagen del Señor todo el día, pues era costumbre mantenerlo cubierto con un velo. Durante los días subsiguientes el número de personas que iba a ver al Nazareno se incrementaba. El día seis de julio, se encajonaron las imágenes para su traslado.
El siete de julio, miércoles, a las seis de la mañana se inició el traslado de Jesús Nazareno y la Virgen de la Merced ante las mayores muestras de dolor y tristeza por parte de los pobladores de la destruida ciudad. La imagen de Nuestra Señora, salió un día después. Conforme iban en el camino hacia la ermita la gente no se volvía, al contrario se sumaban más personas, algunas llorando y rezando tras las imágenes.
El cortejo de Jesús Nazareno llegó al pueblo de San Lucas a las diez de la mañana. El padre y los vecinos de la localidad dieron muestras admirables del culto y devoción hacia la imagen.
El día siguiente, jueves, ocho de julio, el cortejo llega a la iglesia parroquial de Mixco, donde la imagen fue objeto de las mayores muestras de cariño y devoción. Por la tarde llega el cortejo de la Virgen. Ninguna persona se retira del peregrinaje. La caja conteniendo la imagen de Nuestra Señora llega al convento mercedario a las seis de la mañana del viernes nueve de julio. El Nazareno llega a La Merced de la Ermita ese viernes a las nueve de la noche.
Al día siguiente, diez de julio el capitán general Martín de Mayorga, pidió a los frailes que descubrieran la imagen de Jesús Nazareno para verificar que la orden se había cumplido.
Desde entonces, ambas imágenes se veneran en el Templo de la Merced de la Nueva Guatemala de la Asunción. El 9 de julio de 1978 se celebraron con gran pompa los 200 años de traslación hacia este valle con una procesión extraordinaria con la Virgen de las Mercedes y Jesús Nazareno de la Merced.
Marcha oficial de la procesión de Jesús de la Merced el Viernes Santo: Señor Pequé, autoría de Monseñor Joaquín, Santa María y Vigil. (Video: Youtube)