“Tenemos una alianza de oposición frente a la dictadura. Buscamos acuerdos contra la corrupción y los atropellos. La Cicih (Comisión Internacional contra la Impunidad) viene. Nadie la detiene”, agregó Zelaya, de LIBRE, principal partido opositor.
“Tenemos que fortalecer las instituciones del país. Están débiles”, agregó Mauricio Villeda, líder del segundo partido de la oposición, que mencionó a la Corte Suprema de Justicia, al congreso y la fiscalía.
“El Salvador y Honduras deberían copiar a Guatemala”, propuso Salvador Nasralla con relación a la instalación por parte de las Naciones Unidas de una Comisión contra Ia Impunidad.
A finales de mayo, un grupo de jóvenes comenzó a reunirse en los bajos del Congreso Nacional bajo la denominación de Oposición Indignada y desde entonces ha convocado marchas que comenzaron reuniendo a una docena de personas y se han repetido cada semana en todas las ciudades del país con cada vez mayor asistencia.
Portan antorchas en recuerdo de las víctimas del desfalco del Seguro Social, un esquema de corrupción establecido por miembros del gobernante Partido Nacional que hizo perder más de US$120 millones a las arcas de las pensiones en compras fraudulentas de medicamentos en mal estado, servicios sobrevalorados y comisiones.
Parte del dinero fue desviado a la campaña electoral del Partido Nacional y el presidente Juan Orlando Hernández, que lo ha reconocido pero se ha defendido argumentando que no tenía conocimiento de los hechos.
Una misión de las Naciones Unidas se encuentra en Honduras desde el lunes para reunirse con sectores de la sociedad civil y el gobierno para elaborar su informe sobre la situación. El miércoles se reunieron con los portavoces de los Indignados.
“Nosotros estamos tratando de unificar a toda la sociedad hondureña, nos vamos a reunir con todos los sectores del país”, dijo Ariel Varela, uno de los líderes de los Indignados.