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En la denuncia hecha a la PDH consta que las personas ingresaron al hospital capitalino a las 17 horas y permanecieron hasta la madrugada del día siguiente, acomodadas en sillas porque no había camas disponibles.
Pruebas de laboratorio (hemocultivo) realizadas a los pacientes evidenciaron que habían sido contagiados con la bacteria Burkholderia cepacia y el canal de infección fue el catéter—un dispositivo que permite la inyección de fármacos—, según se constata en el informe de la Procuraduría.
“Estas personas fueron ingresadas en el IGSS de la zona 9, y todos dieron positivo en el cultivo del catéter para esa bacteria”, indicó la defensora de la Salud de la PDH, Zulma Calderón.
Si la bacteria no se combate a tiempo con medicamento se corre el riego de la infección se extienda al resto del organismo (sepsis generalizada), lo que puede ocasionar la muerte, agrega la defensora.
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De acuerdo con el médico nefrólogo Luis Toc, esta es una bacteria nosocomial que puede transmitirse a través del agua o a través de soluciones de limpieza o desinfectantes contaminados que son usados para el aseo de los catéteres que se utilizan en el tratamiento de hemodiálisis. Aunque también puede vivir en el suelo. Es versátil.
“Se debe investigar, desde las máquinas donde reciben tratamiento los pacientes y todos los insumos que se utilizan, incluyendo aquellos para hacer la limpieza, el agua que se utiliza, también el jabón”, menciona Calderón.
De acuerdo con la investigación de la PDH, los pacientes fueron tratados en el IGSS de la zona 9 y recibieron el antibiótico trimetoprim/sulfametoxazol, lo que disminuyó los síntomas, y fueron dados de alta, según su evolución. Sin embargo, hasta el 24 de abril aún permanecía internada una mujer a quien no era posible cambiarle el catéter por la falta del dispositivo ese hospital.
Testimonio
Un familiar de uno de los enfermos renales afectados, que pidió omitir su nombre por seguridad, indicó que hace tres semanas el paciente comenzó a presentar fiebre.
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“Creímos que era algo normal por los cambios de clima, pero el día que debía hacerse la hemodiálisis nos dijeron que tenían que trasladarlo de emergencia al hospital de zona 9 porque tenía una bacteria, pero le pedían discreción”, menciona.
El paciente fue llevada en ambulancia junto a otras siete personas contagiadas con el microorganismo -al día siguiente se sumó otra más-, y al llegar al nosocomio de la capital sufrieron de malos tratos, según el relato.
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“Ellos se llaman pacientes, porque tienen que tener paciencia”, fueron algunas de las frases que escuchaban los enfermos por parte de las enfermeras y de los médicos.
La persona refiere que desde que su familiar está internado, varias veces ha solicitado a los médicos información acerca del resultado de los exámenes para conocer de dónde provino la infección, pero no ha recibido información, y poco le han dicho de su evolución, pues aún está internado. De eso ya pasaron tres semanas.
“Ellos fueron los que la infectaron, la gente se puede morir por esta bacteria. Estamos hablando de algo complicado”, dijo el familiar, preocupado por los antecedentes del caso IGSS/Pisa, cuando al menos 22 de 104 pacientes remitidos para ser atendidos por la empresa Pisa fueron infectados al cambiarles catéter.
Según la persona entrevistada, su pariente está en tratamiento por ser un paciente renal desde hace un año y hace seis meses recibe hemodiálisis en el IGSS de Sacatepéquez. Tres veces por semana se somete al procedimiento.
María de los Ángeles Maldonado, directora médica del Clínicas de Hemodiálisis Panchoy del IGSS, dijo que se están haciendo las investigaciones epidemiológicas a los pacientes para determinar qué sucedió y en dónde pudieron haberse contagiado con la bacteria, pues debido a que son pacientes imunodeprimidos -sus defensas están bajas- y que son tratados de manera ambulatoria pudieron haber adquirido el microorganismo en cualquier parte, y el catéter puede ser el medio de entrada para el ingreso de distintos gérmenes.
José Blandino, médico nefrólogo del IGSS, mencionó que las personas fueron dignosticadas a tiempo y referidos a un hospital de tercer nivel, y parte del tratamiento fue retirar el catéter y suministrar antibiótico.
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