“En todos los momentos de mi vida compartí con grandes maestros y eso me permitió aprender con ellos y encontrar mi particular estilo”, indica.
El estilo de Luis Díaz no se puede comparar. Desde sus pinturas y propuestas hasta el diseño, todo tiene su particular visión. Lo experimental, lo innovador, lo vanguardista, pero principalmente la simetría en su obra.
La muestra Homenaje Luis Díaz hace un recuento desde 1964 hasta la fecha de su obra y trata de explicar el contexto nacional a través de la plástica. “El arte debe aprenderse y entenderse, y la autoformación es importante, todo unido a lo que se vive, en cada episodio del país”, agrega.
¿Qué reúne la muestra?
Soy un artista que desde el principio ha trabajado diversas ramas y disciplinas que me han abierto las puertas para conocer lo que se hace en el país. Crecí admirando el arte que se aprecia en el Centro Cívico, para mí eso fue una gran revelación.
Me hice amigo de sus arquitectos, del maestro Jorge Montes —uno de los creadores del urbanismo y arquitectura en el Centro Cívico—, por ejemplo, con quien guardó una gran amistad. Siempre tuve amigos mayores que yo. En la muestra presento un recuento de mi trabajo, el cual se aprecia en Memorias, Luis Díaz en Primera Persona, un libro de más de 600 páginas. En este, al igual que en la muestra, explico la realidad que enfrenta el país desde la década de 1960; la corrupción, la violencia, la denuncia se encuentra en la exhibición.
¿Hay diferencia entre su obra de 1964 y la del 2015?
(Piensa por un momento. El sonido del bosque se apodera de la charla). Es una pregunta que ahora que me la trato de responder, veo cómo la puedo ensamblar en la mente. Creo que la identidad y el pensamiento del guatemalteco se encuentran en la obra. Encuentro poca diferencia técnica entre el pasado y el presente, con ello me percato que mi obra ha sido consistente, permanente y con estilo propio.
Al final, los maestros de aquella época marcaron su estilo…
Escuchar y entenderlos, conocer y entablar amistad con los grandes artistas formó mi identidad, tan importante para crear el arte.
El contacto con la gente que nos lleva años de ventaja es lo que me dio otras visiones del mundo. Eso al final me ayudaba a romper las reglas, a innovar. Esto muchas veces se logra en la soledad, una soledad fuerte del creador que con los años se traduce en la seguridad y la fuerza de la propuesta. De lo que estoy seguro es que en esa soledad no necesito del aplauso de nadie para sentirme bien.
¿Es difícil crecer como artista?
(Sonríe) Es difícil serlo en cualquier parte del mundo, pero principalmente en Guatemala.
El problema de cualquier artista es que no se nutra, que no comprenda que enfrentarse, a un lienzo en blanco, por ejemplo, es la consecuencia de un estudio en todas las disciplinas. Así se logra resolver los problemas que intenta resolver el arte.
Para mí el secreto está en el conocimiento.
El autor y su obra
Luis Díaz nació en 1939. Es un polifacético artista visual y uno de los intelectuales más destacados del arte local.
Fue cofundador de la galería DS, en 1964.
Es coautor del diseño del edificio de biblioteca de la Usac.
Ha participado en múltiples exposiciones en Guatemala y Latinoamérica desde 1960.
En el 2011 publicó su libro Memorias, Luis Díaz en Primera Persona.
Homenaje Luis Díaz abre el 23 de julio, en La Pinacoteca, 8a. calle 10-30, zona 1.