Chile enfrenta una situación económica compleja, con una proyección de crecimiento que el gobierno bajó de 3,6% a un 2,5% para este año, lo cual lo ha llevado a concluir que su ambicioso programa de reformas sufrirá retrasos, principalmente la educativa que actualmente lleva adelante.
“Esperábamos niveles de crecimiento mayor, inversión y un contexto económico más favorable y esas son cuestiones que no se han producido”, aseveró Díaz.
Para el 2020, la mandataria espera cubrir al 100% de la matrícula.
“A lo mejor sobreestimamos la capacidad del Estado y del sistema político de procesar reformas estructurales tan profundas como las que estamos planteando en un periodo tan breve de tiempo”, agregó.
El portavoz de gobierno afirmó que los compromisos asumidos por Bachelet se cumplirán pero los plazos establecidos para ello dependerán de si cuentan con los fondos requeridos.
El vaivén económico “nos va a obligar a hacer un ejercicio de gradualización, de revisión de itinerario y de modalidades de cumplimiento, pero precisamente para cumplir con los compromisos y promesas que le hicimos a los chilenos”, afirmó Díaz.
Bachelet anunció el pasado viernes por la noche, durante una reunión con sus ministros, las tareas que serán prioridades de su gobierno.
Tras esa reunión, el vocero de gobierno confirmó que la gratuidad para el 60% de los estudiantes más pobres en educación superior -incluida en su reforma educativa – se implementará en 2016, pero aclaró que se revisará si se podrá cubrir hasta el 2018 al 70% más vulnerable, tal como había prometido la mandataria en mayo pasado.