“Mire las calles esta noche, estamos felices”, lanza, radiante, una mujer de 42 años de edad quien se identificó como Giti, que vivió en Canadá y Estados Unidos, y soñaba con volver al país antes del acuerdo.
“Quizás”, la situación económica “va a cambiar, especialmente para los jóvenes”, espera, añadiendo: “pensaba irme, pero ahora me voy a quedar para ver qué pasa”.
Irán y las grandes potencias lograron concluir este martes en Viena un acuerdo sobre el programa nuclear iraní, un asunto que envenenaba las relaciones internacionales desde hacía doce años.
Este acuerdo hace casi imposible el desarrollo de una bomba atómica por parte de Teherán durante varios años, a cambio de un levantamiento progresivo y reversible a partir del primer semestre de 2016 de las sanciones internacionales que asfixian a la economía iraní.