Que no le engañen sus 1.49 metros de estatura, la grandeza está en su destreza y la pasión que le despierta la gimnasia. Además, el joven atleta es la viva muestra del esfuerzo y superación personal pese a sólo tener 20 años de edad.
Pero lo más importante y que llama mucho la atención, es la disciplina que maneja en su preparación y estudios, los cuales el joven atleta ha llevado de la mano junto con la gimnasia, pues busca superarse para seguir cumpliendo metas.
Dios, primero
Además, la fe ha sido fundamental en su carrera como atleta y en su vida personal: “Mi éxito es para Dios, mientras él me reconozca y me tenga presente, con eso para mí es suficiente”, dijo alguna vez Vega haciendo alusión a que en el país nadie le ha dado reconocimiento alguno…hasta el día de ayer.
Jorge Vega. Ese es el nombre que se le quedará marcado en la mente a muchos aficionados al deporte nacional. Pero no fue hasta el día de ayer en el que el joven pasó desapercibido en el país para algunos, ¡y vaya de qué manera!
Vega no sólo ganó la primera medalla de oro para Guatemala en la historia de la gimnasia masculina, también se ganó el corazón de muchos con su humildad y valentía, la cual, ayer, se impuso ante el tamaño y experiencia de sus contrincantes en Toronto, confirmando que “David” volvió a tumbar a “Golliat”. ¡Felicidades al doble Jorge!