Según el estudio, el 19% prefiere los restaurantes causales, 7% los gurmé y el resto se divide entre comedores (27%), carretas de comida (17%), ventas en la calle (12%) y otras opciones como coffee shops, tiendas de conveniencia o fuentes de comida (17%).
Según Andrés, al observarse la frecuencia de consumo, el investigador manifestó que el tiempo del almuerzo es el que tiene la mayor incidencia de consumo debido a la actividad laboral de las personas.
Menor gasto
El estudio revela que aún persiste la costumbre de llevar alimentos de la casa.
Eso, según el analista, tiene que ver con la situación económica, pues en los últimos tres o cuatro años la recesión ha impactado más en la población en general.
Derivado de esa situación, según el estudio, el consumidor se volvió más crítico para decidir entre diferentes marcas, tamaños y categorías de productos para tomar una decisión y encontrar el mejor precio.
Siguiendo la lógica, el estudio refiere que dentro de la categoría de restaurantes, los consumidores guatemaltecos pueden elegir entre los tipos gurmé (catalogados como los más finos), los de comida casual, los de comida rápida y los informales (ambulantes o cafeterías).
De acuerdo con la investigación, el segmento de los restaurantes informales está tomando relevancia y empieza a perfilarse como una competencia seria.
Ahora la lucha no solo es por precios, sino se observa una tendencia a buscar cercanía, comodidad, calidad y oferta de platillos más sanos.
Carmen Rosa Barillas, directora ejecutiva de la Gremial de Restaurantes adscrita a la Cámara de Industria de Guatemala, comenta que el subsector sigue creciendo en importancia y representa el 2.2% del PIB total del país con Q8 mil 500 millones.
Barillas agregó que se calcula que el número de restaurantes en el país es de 18 mil 533 sin incluir los puestos de comida informal. Según Barillas se calcula unas 78 mil 506 personas trabajan en el sector.