“Justicia para los 3.000 muertos”, decía en varias de las cruces que llevaron los participantes a la vigilia para acompañar con el acto a 29 personas que permanecen en huelga de hambre en ese lugar.
“Las muertes no pueden quedar impunes”, advirtió el director del no gubernamental Centro de Investigación y Promoción de los Derechos Humanos (Ciprodeh) , Wilfredo Méndez, quien se sumó el lunes a la huelga de hambre.
La huelga la comenzaron el 22 de julio dos jóvenes dirigentes de los autodenominados “Indignados” que se retiraron seis días después. Otras personas que se sumaron luego se han retirado por problemas de salud y fueron relevadas por otras.
Los “Indignados” que marchan con antorchas todos los viernes en la capital, y en otros días en otras ciudades del país, exigen la renuncia del presidente Juan Orlando Hernández luego que éste confesara que unos 94.000 dólares de 330 millones saqueados del Seguro fueron a dar a la campaña que lo llevó a la presidencia.
El mandatario sostiene que se enteró del financiamiento a través de una investigación que él ordenó y proclama una ofensiva sin precedentes para combatir la corrupción.
Los “Indignados”, sin embargo, exigen una comisión de Naciones Unidas que investigue la pérdida del dinero, incluyendo al mandatario, porque estiman que murieron cerca de 3.000 personas por la deficiente atención que recibieron a causa del robo del dinero en esa institución.