PUNTO DE VISTA

Guyana y Maduro

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Con el decreto 1787, del 27 de mayo, Venezuela crea y activa unas zonas operativas de defensa integral marítima e insular (Zodimain). En la Zodimain Atlántica se incluye, además de las áreas marinas y submarinas de la zona en reclamación, buena parte de la fachada atlántica guyanesa, pero también aguas correspondientes a Surinam y Guayana Francesa, violando el límite marítimo entre Guyana y Surinam, fijado en el laudo arbitral de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) del 2007.

El decreto tiene el aspecto positivo de demostrar que en la Fuerza Armada y en el Gobierno, después de años de inacción y olvido, hay preocupación por las acciones de Guyana, tanto en la zona en reclamación del Esequibo como en nuestra fachada atlántica. Sin embargo, el aspecto negativo es la extralimitación del decreto, al afectar a Surinam y a la Guayana Francesa, y violando un arbitraje de la CIJ. Por otro lado, Maduro acusa a la Exxon-Mobil, como “instrumento” del gobierno norteamericano, de ser parte de una “agresión” contra Venezuela en alianza con el nuevo gobierno guyanés, calificado de extrema derecha, por iniciar la exploración petrolera en la concesión Stabroek, que abarca áreas tanto de la zona en reclamación como de la fachada atlántica venezolana del delta del Orinoco. Olvidando que en la concesión, la Exxon está asociada con la China National Offshore Corporation, 100% de capital estatal chino. Olvidando también que la concesión fue entregada por el anterior gobierno guyanés. Además, decir que el nuevo gobierno es de extrema derecha demuestra una absoluta falta de seriedad.

Es evidente que en el directorio que gobierna Venezuela hay diferencias en relación con el tema de Guyana; por una parte, un sector resiente la acusación del gobierno guyanés y de la prensa caribeña de que el gobierno de Maduro, por su debilidad interna, está traicionando el legado “internacionalista” del comandante Chávez. Este sector logró la modificación del decreto, eliminando las “extralimitaciones”. Otro sector está decidido a utilizar la supuesta conspiración de la Exxon, el “Imperio y sus títeres” guyaneses para tratar de recuperar puntos en el decaído apoyo popular de cara a las próximas elecciones legislativas.

El discurso de Maduro en la Asamblea Nacional demuestra que la mayoría del directorio ha optado por la utilización de la reclamación del Esequibo con el objetivo de exacerbar el nacionalismo en función electoral, distraer la atención del desastre socioeconómico y tratar de poner en dificultad a la oposición exigiendo la necesaria unidad nacional frente a la agresión externa.

Maduro llamó a consulta a la embajadora en Guyana y “revisará” todas las relaciones con Guyana. El Gobierno, para demostrar seriedad en la reclamación, debería, además de mantener el patrullaje tradicional de la Armada en nuestra fachada atlántica, nombrar, con urgencia, un negociador por Venezuela a tiempo completo. El actual encargado tiene otros cuatro cargos que atender. El nuevo negociador debe ser asistido por un equipo de funcionarios y expertos. Hace falta una verdadera política de Estado, por encima de las diferencias políticas, para un asunto de Estado.

@sadiocaracas

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