El calvario de Hurtado comenzó a su paso por el desierto de Arizona, en donde fue capturado por agentes fronterizos, pues sus deseos de poder cancelar las deudas que adquirió para emprender el viaje quedaron truncados.
Hurtado dio a conocer que el coyote —traficante de personas— que lo trasladó a EE. UU. le cobró Q52 mil, dinero que obtuvo mediante un préstamo con una vecina.
Elvira Cota Díaz, esposa de Hurtado, indicó que está preocupada porque debe pagar el dinero que sirvió para el viaje de sus cónyuge, lo que le dificulta atender a su hija de 5 años.
Proceso judicial
Desde su detención, Hurtado fue sometido a un proceso judicial, debido a su estadía ilegal en EE. UU., en donde dijo ante un juez que teme por su vida y le solicitó asilo; en octubre próximo se definirá si se toman en cuenta sus demandas o lo deportan.
El connacional está en libertad luego de haber pagado una fianza de US$1 mil 500 —Q11 mil 900—, además, debe cancelar US$6 mil —Q47 mil 700— al abogado que lo representó, por lo que espera que la resolución del juez lo beneficie, para trabajar y solventar sus deudas.