En el comunicado se agrega que la Amsclae estudiará los componentes de las algas e informará a la población acerca de los resultados.
Mónica Orozco, directora del Proyecto Unidos por el Lago de Atitlán, manifestó que la cantidad de oxígeno en el lago se reduce por la contaminación, y que si no se hace algo por reducir los índices pueden tener consecuencias negativas.
Orozco resaltó que el estado del Lago de Atitlán es crítico, pero es rescatable.
La doctora Margaret Dix, limnóloga de la Universidad del Valle de Guatemala en el altiplano, y quien ha estudiado el referido lago por unos 30 años, dijo que la vulnerabilidad del manto acuífero radica en el crecimiento demográfico descontrolado, que principalmente ocurrió en la década del 90.
“Todo desarrollo trae consecuencias, pero las nuevas generaciones deben trabajar para que las afectos de su vida alrededor del lago no repercutan de forma negativa”, dijo Dix.
La disminución de la transparencia de agua del lago y el cambio de color de sus aguas se debe a que en los últimos años se ha incrementado la cantidad de nutrientes que contienen fósforo y nitrógeno, lo cual ha servido de alimento para las cianobacterias, lo que produce un aumento de algas, según informó Amsclae.