Las regulaciones no permiten a los pasajeros estar en los baños durante el aterrizaje o despegue.
Cuando este pasajero, un sueco de unos 50 años cuyo nombre no fue comunicado, se negó a abrir la puerta, el piloto usó un hacha para abrir la cerradura.
“No se rompió la puerta en absoluto, no es tan espectacular como se cree. Tomó la parte filosa del hacha para abrir la chapa” , explicó a la AFP la responsable de la policía de Örnsk ldsvik, Kerstin Svedberg.
El hombre no fue detenido cuando salió del avión, pero es sospechoso de haber actuado contra la ley civil de aviación y se arriesga a tener que pagar una multa o hasta purgar seis meses de cárcel si es declarado culpable.