Desde las primeras horas de la mañana gran cantidad de soldados se apostaron en posición defensiva en calles adyacentes al Palacio Nacional. No obstante tal situación, el general Mejía afirmó a los medios de comunicación que “sólo se trató de un cambio de gobierno y no de un golpe de estado”.
El nuevo mandatario se limitó a brindar respuestas parcas ante las preguntas de los periodistas.
Aunque él insistía en que era un “cambio de gobierno”, la movilización de tropas de infantería y de la Fuerza Aérea, además de varios tiroteos en las inmediaciones de la Plaza de la Constitución que dejaron una persona muerta y varios heridos, hicieron creer a la ciudadanía que se trataba de un golpe de Estado al gobierno que por más de 16 meses presidió Ríos Montt.
Discurso
Durante el discurso de toma de posesión, Mejía Víctores destacó lo siguiente: “El Ejército Nacional y el estado no puede ni debe convertirse en el defensor, custodia o protector de intereses particulares o de un grupo, ya sean estos religiosos, sociales, económicos o políticos. Respetamos la fe y no interferiremos en las labores del organismo judicial”.
Lo anterior fue fundamentalmente declarado por Mejía Víctores, ministro de la Defensa, al ser proclamado en el Palacio Nacional como nuevo jefe de gobierno. Fue juramentado por el presidente de la Corte Suprema de Justicia, licenciado Ricardo Sagastume Vidaurre y posteriormente pronunció su discurso.