Las dos explosiones registradas el miércoles último por la noche en la ciudad portuaria china, una de ellas con una potencia equivalente a 21 toneladas en TNT, mataron a al menos 50 personas e hirieron a más de 700.
Las deflagraciones tuvieron su origen en contenedores de transporte propiedad de una empresa de logística autorizada para gestionar materiales peligrosos, que estaban en una zona de almacenes sin apenas viviendas.
Entre los fallecidos hay 17 bomberos que llegaron a la zona tras el primer estallido. El número de víctimas mortales habría sido mucho mayor si la zona hubiese estado más habitada.
Otros bomberos desaparecieron mientras respondían a la emergencia, aunque las autoridades no han aclarado cuántos.
La empresa de logística, Ruihai International Logistics, maneja productos químicos que van desde gases inflamables a líquidos, incluyendo gas natural comprimido y acetato etílico o químico tóxicos como cianuro de sodio y diisocianato de tolueno.
Sin embargo, el almacén era un punto de tránsito y las autoridades no tienen una imagen clara de lo que había allí en el momento del incidente.
Los registros de la nave quedaron destruidos por el desastre, dijo Gao Huiyou, subdirector de seguridad de Tianjin.
Zhou dijo que los próximos trabajos de extinción serán más lentos por la potencialmente complicada mezcla de químicos que habría en el lugar.