Un total de 73 mineros iniciaron la protesta el 11 de agosto dentro del yacimiento, a unos 650 metros bajo tierra, para exigir el pago de sus salarios adeudados desde junio. Más de 170 personas trabajan en la mina.
Chandía explicó que los huelguistas decidieron descender a 900 metros bajo tierra, donde están expuestos a complicaciones de salud y a dificultades para recibir oxígeno. Antes de que las entradas al yacimiento fueran bloqueadas, uno de los manifestantes se descompensó por lo que fue trasladado a un hospital de la zona.
Los mineros afirmaron que mantendrán la protesta hasta que sus exigencias sean resueltas por el dueño de la mina, un consorcio operado por los reconocidos empresarios chilenos Rodrigo Danús y Paul Fontaine, quienes afirmaron haber vendido la mina a un tercero, desligándose del problema.
En tanto, el gobierno chileno decidió intervenir en el conflicto mediante la entrega de dinero a las familias de los huelguistas y presentando un recurso de protección ante la Corte de Apelaciones de Concepción en favor de los trabajadores.
“El gobierno no puede reemplazar las remuneraciones y las obligaciones de los empleadores. Los dueños de la Mina Santa Ana que den la cara y respondan por lo que han hecho con esas familias que no tienen qué comer en el día a día”, dijo la ministra del Trabajo, Ximena Rincón, a radio Cooperativa.