Desde hace tres meses la Fifa está inmersa en el mayor escándalo de corrupción de su historia, con la detención en mayo de siete responsables de la organización, acusados de haber movido más de 137 millones de euros en sobornos por contratos de marketing y de difusión televisiva.
En junio, días después de ser reelegido para un quinto mandato al frente de la Fifa, Blatter anunció su dimisión en pleno escándalo de corrupción. Esta institución internacional elegirá su nuevo presidente el próximo 26 de febrero.
“Lo hice (dimitir) porque quería proteger a la Fifa, no para protegerme a mí mismo. Soy lo suficientemente fuerte”, dijo Blatter.
“La Fifa no es corrupta, no hay corrupción en el futbol, es con la gente, la gente es corrupta. No se trata de la institución. No puedo entender cuando los medios del mundo dicen que la Fifa es corrupta”, añadió.
Blatter también se refirió a las reformas solicitadas por los principales patrocinadores de la federación.
“Comenzamos las reformas en 2011. Por esto no comprendo que los medios del mundo digan ahora que la Fifa es corrupta. En el terreno es fácil controlar a los jugadores porque tienes límites, tiempo y un árbitro. Fuera del terreno de juego no lo tienes”, explicó.
“¿Quién puede controlar 300 millones directamente, 1,6 billones indirectamente? Es imposible”, subrayó.
El comité de reformas de la Fifa, cuya creación fue anunciada en julio por Blatter, se reunirá por primera vez entre el 2 y el 3 de septiembre en Berna.
La elección para suceder a Blatter se celebrará el 26 de febrero. Los candidatos por el momento son el coreano Chung Mong-joon, el presidente de la UEFA Michel Platini, el jordano Ali bin Al Hussein y la antigua estrella brasileña Zico.