“Este es otro hito en el desarrollo de los marcapasos” , afirmó el doctor Christopher Granger, de la American Heart Association (Asociación Cardiológica Estadounidense) , que no participó en el nuevo estudio, pero advirtió que los médicos necesitan tiempo para aprender a usar toda nueva tecnología y evitar problemas potenciales.
“Yo advertiría a los pacientes que se cuiden de ser uno de los primeros en recibirlo a menos que haya una razón poderosa” , afirmó.
En la nueva investigación, médicos de Australia, Canadá y Estados Unidos implantaron el minimarcapasos a más de 500 pacientes. Después de seis meses, casi el 7% de ellos reportaron efectos secundarios, incluso orificios en el corazón causados por el artefacto. En comparación, un 10% de los pacientes que reciben los marcapasos regulares padecen complicaciones.
El estudio fue publicado en línea el domingo por la revista New England Journal of Medicine y es presentado en una reunión de la European Society of Cardiology (Sociedad Europea de Cardiología) en Londres. La investigación fue financiada por el fabricante del marcapasos, St. Jude Medical.
El marcapasos en miniatura ya fue aprobado en Europa y el nuevo estudio probablemente será presentado a la Administración de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) .
Sin embargo, un estudio sobre el dispositivo en Europa fue interrumpido dos veces el año pasado y en mayo cuando se reportó un número alarmante de complicaciones, incluso un caso en que el dispositivo se desalojó y se atascó en la arteria que conduce a los pulmones. Un marcapasos similar fabricado por Medtronic también ha sido licenciado en Europa.
Mientras la mayoría de los marcapasos tienen cables que los conectan a ambos lados del corazón, el nuevo marcapasos diminuto se asienta en el ventrículo derecho y no coordina los dos hemisferios cardíacos.
Los expertos calculan que el nuevo dispositivo podría resultar hasta para un 30% de los pacientes. Además carece de algunas funciones de los marcapasos tradicionales, como registrar las irregularidades en el ritmo cardíaco. “No puede controlar a los pacientes, de modo que deben ir al hospital para revisarse” , afirmó el doctor Jagmeet Singh, un vocero del American College of Cardiology (Colegio Estadounidense de Cardiología) .