En agosto la provincia de Buenos Aires fue epicentro de inusuales lluvias que provocaron el desborde de ríos y cortes de rutas con anegamiento en cascos urbanos que dejaron cuatro muertos y miles de evacuados, además de pérdida de ganado y cosechas, cuya cuantía aún está bajo análisis.
El anuncio fue realizado junto al gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, candidato de la presidenta Cristina Kirchner para las presidenciales del 25 de octubre y favorito en los sondeos.
La emergencia, que conlleva beneficios impositivos y líneas de crédito especiales hasta el 31 de diciembre próximo, alcanza a 64 de los 135 municipios de la provincia.
Buenos Aires tiene el tamaño de Italia, es la provincia más poblada del país y representa cerca del 35% del PIB nacional.
En el peor momento de la crisis hídrica, se contabilizaron 6,000 evacuados y unos 10,000 afectados en 39 municipios de Buenos Aires, además de otros en el sur de Santa Fe (centro) y sur de Entre Ríos (este).
Los municipios afectados están en la rica pampa húmeda, de fértiles tierras y proveedora de alimentos para el mercado local y las exportaciones, una llanura sin declive que facilita el estancamiento de las aguas.
Las exportaciones agrícolas globales estimadas para este año alcanzan unos 25,000 millones de dólares, un tercio del total de ventas al exterior, según proyecciones del Ministerio de Agricultura.