La convocatoria a la consulta de cancilleres de la OEA que la ministra de Relaciones Exteriores colombiana, María Ángela Holguín, había propuesto el pasado jueves, obtuvo 17 votos, uno menos de los necesarios para alcanzar la mayoría necesaria.
A Bogotá la acompañaron Uruguay, Estados Unidos, Chile y México, entre otros, mientras que Venezuela contó con el respaldo de Ecuador, Haití, Bolivia y Nicaragua.
Otros once países se abstuvieron, incluyendo Panamá, que insistió en su ofrecimiento de ser mediador entre Colombia y Venezuela. Dominica estuvo ausente.
[EnVivo] Consejo #OEA para atender solicitud #Colombia de convocar reunión Cancilleres http://t.co/TZIzEkU64G pic.twitter.com/s9o4n9x9fD
— OEA (@OEA_oficial) August 31, 2015
Durante la reunión de más de tres horas en la sede de la OEA en Washington, Colombia y Venezuela expresaron puntos opuestos sobre la situación fronteriza, ante las señales de preocupación y los llamados al diálogo de los demás países de las Américas.
Colombia había pedido la “pronta reacción” de la OEA para atender la situación “absolutamente global, impostergable y trascendente” de los desplazados colombianos -un millar de deportados y miles más que han huido por amenazas y miedo a las expulsiones forzadas, según cifras colombianas.
“Se trata de una situación humanitaria grave, compleja” que debe ser discutida en una reunión de cancilleres de la OEA “lo más pronta posible”, había pedido González.
Pero Venezuela defendió las acciones en la frontera y minimizó la reacción de Colombia.
El representante de Caracas ante la OEA, Roy Chaderton, señaló que el cierre de la frontera ordenado hace dos semanas por el presidente Nicolás Maduro fue una decisión “democrática”.
Para el diplomático, la verdadera “crisis humanitaria es la que ha producido el éxodo de cinco millones y medio” de colombianos hacia Venezuela, haciendo referencia a los desplazados por el conflicto armado que afecta desde hace más de medio siglo al país vecino.
La OEA es el primer escenario multilateral donde se discute una crisis que rápidamente escaló los ánimos de Caracas y Bogotá.
Una reunión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) , prevista para este jueves en Quito, fue pospuesta para una fecha aún por anunciar.
La tensión entre Bogotá y Caracas comenzó el 19 de agosto con el cierre de algunos pasos fronterizos por el presidente Nicolás Maduro tras un ataque de desconocidos a militares venezolanos, que el gobierno venezolano atribuye a “paramilitares colombianos”.
La crisis se profundizó aún más el jueves pasado, cuando ambos países llamaron a consultas a sus embajadores.
Santos mantendrá firmeza
El presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dijo hoy que su Gobierno mantendrá su política de firmeza y diplomacia en busca de una solución a la crisis con Venezuela, que cerró hace 12 días el paso fronterizo más importante entre ambos países y ha deportado a más de un millar de colombianos.
“Vamos a continuar con esa política de firmeza y al mismo tiempo con prudencia y diplomacia”, declaró Santos según un comunicado difundido hoy por la Casa de Nariño, sede del Gobierno.
El mandatario defendió que su política exterior ha tenido “desde el primer momento” un “estilo pragmático, donde la diplomacia y el diálogo deben primar”, y aclaró que “la firmeza no quiere decir gritar más” sino tener “una posición clara y firme frente a una situación”.
Señaló que “desde el primer día” han insistido en el diálogo directo con Venezuela y que el “paso a seguir” han sido los organismos multilaterales.