Duque-Mariño tenía 19 años cuando debutó en el US Open con un triunfo ante Tamarine Tanasugarn y no pudo sortear la primera ronda en la siguiente ocasión que entró al cuadro principal del torneo.
Frente a una rival a quien le sacaba diez años de diferencia, Duque-Mariño supo imponer su mayor jerarquía en un partido en el que no encaró un bola de quiebre y capitalizó cuatro de las seis que dispuso para romper el saque de Kenin.
“Antes del partido piensas que es una gran oportunidad, pero tienes que hay que estar siempre alerta” , dijo Duque-Mariño a The Associated Press.
“Nunca es fácil jugar con una junior. Por estar en su primer Grand Slam estará súper motivada. Estuve a la altura, de pronto mi experiencia me ayudó. Jugué bien durante todo el partido”.
Su siguiente rival será otra tenista que recibió wildcard, la francesa Oceane Dodin. Ocupante del puesto 128 del ranking de la WTA, Dodin sorprendió 2-6, 7-5, 6-3 a la serbia y 21era preclasificada Jelena Jankovic.
En Toronto el mes pasado, Duque-Mariño conquistó el primer oro para Colombia en la historia del tenis femenino de los Juegos Panamericanos.
La bogotana, subcampeona junior del Abierto de Francia 2007, también han logrado mantenerse en el Top 100, y confía mantener una progresión positiva en el segundo semestre de la temporada.
“Ha sido un año excelente para mí, he ido de menos a más”, señaló. “Salí muy contenta por ganar esa medalla y por el nivel que mostré que me da mucha confianza para lo que viene”.
“Creo que cada vez me tomo las cosas mejor. La primera vez que entré al Top 100 creo que me angustié demasiado, era demasiado pequeña y no estaba preparada. Creo que ya han pasado muchos años y muchas cosas. Me siento preparada para mantenerme y seguir subiendo en el escalafón”, zanjó.