“Irán no es nuestro socio en ese acuerdo, sino el objeto del acuerdo”, afirmó la ex secretaria de Estado en un discurso en el Instituto Brookings de Washington centrado en defender el acuerdo alcanzado en julio entre las potencias del G5+1 (EE.UU., Reino Unido, Rusia, China y Francia más Alemania) e Irán.
Clinton recordó que, cuando el presidente de EE.UU., Barack Obama, llegó a la Casa Blanca y ella comenzó su labor como secretaria de Estado, Irán “estaba en una carrera hacia (obtener) capacidad nuclear”.
El acuerdo logrado en julio “no es perfecto”, pero “bloquea todos los caminos” a Irán para obtener un arma atómica y da a la comunidad internacional “mejores herramientas” para verificar e inspeccionar el programa nuclear de Teherán, según Clinton.
“O seguimos hacia adelante y aprovechamos esta oportunidad, o nos movemos hacia un camino más peligroso”, advirtió la candidata.
Clinton quiso transmitir a los líderes iraníes el mensaje de que EE.UU. “nunca” les permitirá desarrollar un arma nuclear y prometió que, de llegar a la Casa Blanca, no dudará en ordenar una “acción militar” si Teherán se encamina hacia ese objetivo.
En su discurso, Clinton detalló que su defensa del pacto nuclear se enmarca dentro de una estrategia más amplia hacia Irán, que incluye el “compromiso” con la seguridad de Israel, una “robusta presencia militar” de EE.UU. en el Golfo Pérsico y la lucha contra organizaciones terroristas apoyadas por Teherán como Hizbulá.
“No basta solamente con decir sí a este acuerdo”, comentó al señalar la necesidad de integrar el pacto en “una estrategia más amplia para hacer frente a la mala conducta de Irán en la región”.
Pero “si rechazamos este acuerdo, Irán estaría listo para conseguir todo lo que quiere sin renunciar a nada”, alertó la aspirante demócrata, quien también dijo que no es “realista”, como afirman muchos republicanos, que era posible lograr “un mejor pacto”.
Este martes, el Congreso volvió al trabajo tras el receso veraniego y tiene de plazo hasta el 17 de septiembre para debatir sobre el acuerdo iraní.
Obama tiene ya el apoyo de 41 senadores demócratas para poder oponerse a una resolución republicana que busca invalidar el acuerdo nuclear.
No obstante, los republicanos siguen trabajando para tratar de “detener un mal acuerdo con Irán”, en palabras del presidente de la Cámara de Representantes, el conservador John Boehner.
El exvicepresidente Dick Cheney cargó ayer contra el pacto, al calificarlo de “vergonzoso” y de ser “una locura”, y hoy varios líderes del movimiento derechista Tea Party han convocado una concentración frente al Congreso para rechazar el acuerdo, a la que prevén asistir los aspirantes republicanos a la Casa Blanca Donald Trump y Ted Cruz.