Serbia estaba descentrada, sin cohesión, y los puntos llegaban por la calidad individual, pero no por el juego desplegado.
Cada canasta era respondida de inmediato por el rival, en un auténtico combate cuerpo a cuerpo, sin que las defensas, más allá de la implicación personal de cada uno, tuvieran mucho que decir. Al término del primer cuarto, 17-22.
El rebote de los bálticos superó al de los balcánicos (14-7 en este apartado) en el minuto 13, lo que justificó el marcador a estas alturas, 17-28. Los puntos en la pintura, 16-8 también para Lituania, y el hecho de que Jonas Valanciunas le ganara la partida a Miroslav Raduljica bajo los aros eran la clave en esos momentos.
Serbia siguió sin dar con la tecla adecuada para frenar el ímpetu de los lituanos y el marcador se mantuvo en diferencias cercanas a los diez puntos, 25-35 (min. 17).
En ese momento el clic del botón adecuado apareció, la defensa. Serbia se puso a defender con intensidad, con ganas y le quitó la iniciativa a Lituania que, en un visto y no visto hasta el final del segundo acto, aceptó un parcial de 0-9, con lo que se fue al descanso solo con una ventaja de un punto, 34-35.
El tiempo de reflexión pareció que lo aprovechó mejor Lituania que con un 0-5 en los dos primeros minutos recuperó algo de resuello en el marcador, 34-40, pero apenas fue eso. La salida a cancha de Bogdan Bogdanovic, que anotó cinco puntos seguidos, devolvieron la paridad al marcador y, poco después, Serbia volvió a estar en números negros, por primera vez después del 3-0 inicial a cargo de Teodosic, 41-40 (min. 26).
A partir de ese instante y hasta el final del tercer cuarto, las defensas zonales, las imprecisiones, los nervios y la tensión marcaron el juego, con Lituania más viva para conseguir un 43-48.
Esfuerzo de Lituania
Serbia siguió jugando a tirones, a golpe de impulsos, mientras que Lituania con sus carencias y sus errores derrochaba entusiasmo de forma más constante. Los balcánicos hicieron la goma (47-54, min. 32.45 y 53-54, min. 34) , mientras que el reloj siguió descontando tiempo para determinar el vencedor, 57-63 (min. 37.30).
Renaldas Seibutis desde la línea de tiros libres anotó 3 de 4 lanzamientos y neutralizó un triple genial en carrera de Teodosic. Serbia se confió o pecó de suficiencia y se dejó comer la tostada por una Lituania con menos calidad, pero más constante y entregada.
El premio por ganar, jugar contra España en la final del Europeo y tener ya plaza fija para los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro 2016.