La asociación fue fundada en Valencia, España, en 1873, por Santa Teresa Jornet Ibars, para acoger, cuidar y consolar a ancianos desamparados.
“Las Hermanitas comenzaron su apostolado en Guatemala el 27 de enero del 2008, para dar refugio y atención a personas de la tercera edad sin medios de subsistencia. El hogar estaba en El Granizo, zona 7. Hace dos años se trasladó a Condado El Naranjo”, dice la Madre Celia Rodríguez, encargada del hogar.
Más que un hogar
Esa entidad ofrece un espacio y crea una comunidad humana donde el anciano recibe asistencia física, moral y espiritual, en un ambiente de serenidad y alegría, con la finalidad de mejorar su calidad de vida.
¿Cómo ayudar?
Para más información sobre cómo apoyar, comuníquese al 2209-6767.
Apadrinar a un anciano a través de un aporte mensual.
Voluntariado, acompañar a los
ancianos un fin
de semana.
Donar víveres
y equipo de
fisioterapia.
El recinto alberga un aproximado de 150 personas, entre ellos 73 ancianos que reciben cuidado y atención, 25 jóvenes aspirantes a monjas que arriban de la provincia, quienes estudian por la mañana y en la tarde apoyan con el cuidado de las personas de la tercera edad.
“Todos ellos dependen de las Hermanitas, es decir, vivienda, comida, salud y recreación. Además, contamos con 25 empleados y seis monjas que apoyan a la institución”, añade la directora del hogar.
Las instalaciones fueron construidas con apoyo de España; sin embargo, para sostenerse necesitan de ayuda económico para cubrir las necesidades básicas de alimentación, vestido y tratamientos médicos.
“Tenemos algunas empresas que nos apoyan con pan, pollo y verduras, pero hace falta mucho más, desde pagar sueldos y mantenimiento de instalaciones, entre otras cosas. Y lo más importante es el apoyo del voluntariado; los ancianos necesitan que se les visite, que platiquen, jueguen y compartan con ellos”, subraya Rodríguez.