Desde ese día, hasta el 3 de septiembre, la farmacia permaneció cerrada, mientras se efectuaba una auditoría, tiempo durante el cual ningún afiliado recibió las medicinas suscritas por los médicos. Después, aquellas personas fueron puestas en libertad y reinstaladas en sus puestos, lo cual ocasionó otro atraso.
“La farmacia tiene la capacidad para atender a cien personas diarias; sin embargo, en los últimos días la cifra se duplicó y el servicio es irregular”, informó un empleado que prefirió no identificarse.
Julio Constanza, jubilado, dijo: “Es una irresponsabilidad de las autoridades del IGSS, pues los problemas internos deben arreglarlos sin afectar a los pacientes. Exigimos que agilicen la entrega de los medicamentos”.
Alejandra Méndez, afectada, indicó que mientras no solucionen los problemas administrativos, quienes seguirán sufriendo son los pacientes con enfermedades crónicas, que arriesgan sus vidas.
Mario Jo, director del IGSS en Jutiapa, señaló: “Reconozco que la reinstalación del personal a cargo de la farmacia ha causado acumulación de usuarios, pero confiamos en que en pocos días la situación mejore y el servicio se restablezca. Pedimos que tengan un poco de paciencia”.