“Jesús genera una actividad misionera, de servicio, de entrega. Su amor…nos estimula a mirar más allá, a no quedarnos en las apariencias o en lo políticamente correcto”, agregó.
Francisco cumplió su tercera jornada por la isla, donde pidió a la gente servir a la gente más que a las ideologías y a no cerrarse frente a quien piensa diferente, un mensaje que resuena en un país donde muchos cubanos se quejan de los controles gubernamentales.
Este lunes además recordó a las personas que sus conciudadanos no son “a los que se vive, se usa, se abusa”, sino a los que se atiende con amabilidad.
“Fueron palabras profundas las del papa”, dijo Manuel Vaz, un joven estudiante de química de 18 años, quien vino desde el poblado del Cobre con amigos para participar de la misa. “Cada cual tiene su pensamiento, hay que respetarlos a todos”. Consideró que lo que el pontífice “hace es invitarnos a no temer expresarnos, decir lo que pensamos para fortalecer nuestra fe y nuestras propias ideas”.
Unos metros más allá Jordi Pérez, de 31 años, consideró que el cambio del que habla el papa viene de sus llamados al diálogo incluso entre las personas de ideas diferentes. “Eso es un mensaje de reconciliación que Cuba como muchos otros países necesitan. La humanidad requiere que unos y otros se entiendan”, señaló.
Posteriormente el vocero de la Santa Sede dijo que si bien los discursos del papa “tienen muchas dimensiones”, Francisco no suele hacer referencias políticas, y habla más de las conversiones personales y el bien común.
Destaca esfuerzo de la iglesia en Cuba
El papa Francisco además, exaltó a la iglesia durante la misa de este lunes en Holguín, la provincia natal de los hermanos Castro.
“Sé con qué esfuerzo y sacrificio la Iglesia en Cuba trabaja para llevar a todos, aun en los sitios más apartados, la presencia de Cristo”, dijo el papa argentino ante la muchedumbre congregada en la Plaza de la Revolución Calixto García de Holguín -760 km al este de La Habana-, que desafió el sofocante calor del oriente cubano para escucharlo.
Francisco elogió especialmente, en presencia del presidente Raúl Castro, las “llamadas casas de misión, ante la escasez de templos y de sacerdotes, que permiten a tantas personas poder tener su espacio de oración, de escucha de la Palabra (de Dios), de catequesis y de vida en comunidad”.
En esta isla de mestizaje y sincretismo religioso (cristianismo y cultos africanos), Fidel impuso el ateísmo en la constitución, pero en 1992 Cuba pasó a ser país laico y ya no hay discriminación contra los creyentes.
Tras estar enfrentada al gobierno comunista tras la revolución de 1959, en los últimos años la Iglesia ha recuperado espacio en la sociedad cubana y se convirtió en interlocutor privilegiado del gobierno de Raúl Castro, quien sucedió a su hermano enfermo Fidel en 2006.
Sin embargo, todavía la mitad de los curas católicos son extranjeros en Cuba, aunque ahora son fluidas las relaciones entre el Estado y la Iglesia.
“Las autoridades del país conocen bien que la Iglesia no pide para sí, sino que solicita aquello que necesita para cumplir con la misión que Jesús le encomendó”, dijo en la misa papal el obispo de Holguín, Emilio Aranguren.
“Vinimos a verlo porque lo queremos mucho por todo lo que ha hecho por la paz y por Cuba”, dijo Norales Mendoza, de 45 años, quien trabaja de “custodio” (vigilante) en Guantánamo, en el extremo oriental de la isla, desde donde viajaron cientos de fieles durante nueve horas en autobús hasta Holguín.
“Francisco es el misionero que ahora va para Estados Unidos y quiere unificar a los dos pueblos”, declaró Carlos Berejano, de la provicia de Granma, vecina de Holguín.
Holguín es célebre en Cuba por su emblemática cruz de cinco metros construida en 1790 en lo alto de una colina.
En este sitio simbólico llamado “la Loma de la Cruz”, el papa rezó en la tarde del lunes y bendijo a la ciudad en una actividad que estuvo amenazada por un coro de niños que no paraban de cantar frente al Pontífice.
Francisco finalizó la actividad, como ha sido costumbre en esta gira, pidiendo a los niños y a la feligresía a rezar por el.
En la tarde partió hacia Santiago de Cuba donde llegará al Santuario de la Virgen de la Caridad, Hasta su Santuario Nacional, en el pueblo de El Cobre, a 27 km de la ciudad de Santiago de Cuba, habrán llegado tres papas, a rendir devoción a la Virgen de la Caridad, advocación cubana de María, la madre de Jesús.
Coronada por Juan Pablo II en 1998, en 2012 fue centro de la motivación del viaje de Benedicto XVI, quien llegó a la isla como “Peregrino de la Caridad”, cuando se cumplían 400 años de la aparición de su imagen.
Según la leyenda, su imagen fue encontrada por tres buscadores de sal, dos descendientes de indios y un niño negro, flotando en las aguas de la Bahía de Nipe, en 1512-13, en la actual provincia de Holguín, en el nororiente de Cuba, región visitada este lunes por Francisco antes de ir a Santiago.
Un tiempo después la imagen fue traslada al poblado real de Minas, muy cerca de Santiago de Cuba, en las proximidades de una mina de Cobre, donde se levantó un Santuario.
Virgen de creación popular y patrona de Cuba, es considerada mulata, como buena parte de los cubanos que descienden de españoles y africanos, y sus devotos le dicen “Cachita”, el apodo nacional para quienes se llaman Caridad.
Pero los africanos, llegados a Cuba como esclavos en la colonia, sincretizaron su imagen de ropajes dorados con Ochún, deidad de las aguas en el culto Yoruba.
