Lester Godínez, musicólogo, plantea una hipótesis acerca de su origen organológico y antropológico. “Del mismo modo que la trompeta o el corno provienen del uso del cuerno, y el tambor, del empleo de un tronco de madera hueco, así también la marimba debió surgir del concepto de agrupar tablillas para producir sonidos”, explica.
El balafón, un instrumento africano que evolucionó de este concepto, presumiblemente llegó a América con el arribo de esclavos de ese continente durante la Colonia, afirma Godínez.
Otra hipótesis es la del historiador Mariano López Mayorical, quien hace referencia al vaso de Ratinlixul, encontrado en Alta Verapaz, donde se observa la figura de un maya que carga un objeto con líneas que parecen teclas, “pero no hay evidencia de que se trate de nuestro instrumento musical”, indica.
El uso de una marimba de tecomates se registra durante la inauguración de la Catedral de Santiago de los Caballeros, en 1680.
A mediados del siglo XVIII, los tecomates fueron sustituidos por cajones de resonancia hechos con madera de ciprés o cedro, siempre apoyada en el suelo.
Fue el presbítero Juan Joseph de Padilla quien levantó del suelo el instrumento, a través de una estructura de cuatro patas, creando así la llamada marimba sencilla. “Su aporte fue trascendental, asignándole una personalidad e identidad únicas que la definen como auténticamente guatemalteca”, expone Godínez.
El mayor cambio en la evolución de la marimba ocurrió en 1892, cuando Julián Paniagua Martínez le sugirió al maestro Sebastián Hurtado crear una marimba que permitiera imitar al piano. Hurtado ideó la marimba doble o cuache, alrededor de 1894.
El instrumento de tecomates era interpretado por una sola persona, mientras que la marimba sencilla por tres o cinco intérpretes. Pero esta solo podía ejecutar escalas diatónicas, que es como si solo se tocaran las teclas blancas del piano. Con la marimba doble dicho problema fue superado.
Talleres
La fabricación de marimbas es todo un arte lleno de tradición. El Taller Internacional de Marimbas Barrios, fundado por Rosendo E. Barrios en 1904, es el más reconocido. Fue declarado Patrimonio Cultural Intangible de la Nación en el 2004. Fabrica instrumentos para grupos como Chapinlandia, TGW y Gallito.
El tiempo para armar una marimba grande para cuatro músicos —pícolo, tiple, centro y bajo— y tenor para dos —pícolo y tiple— puede ser de seis a siete meses y su costo puede ser de unos Q100 mil-
Época de oro
En las primeras décadas del siglo XX, la música compuesta para marimba gozó de creaciones de alta calidad, según Léster Godínez. “Estos grandes compositores crearon piezas únicas de la música, de belleza incomparable, especiales para la marimba”, expone.
Estos son algunos de los maestros y sus obras más representativas:
- Rocael Hurtado Mazariegos (1900-1973): Gitana mía, Mi reina, Visión azul, Diamante negro y Tenis Club (foxtrot).
- Domingo Betancourt Mazariegos (1906-1980): Ferrocarril de los altos, Aguacatán, San Francisco Zapotitlán, Cobán, Xelajú de mis recuerdos y El cacique dormido.
- Mariano Valverde (1884-1956): Noche de luna entre ruinas, Horas grises, Último amor, Ondas azules y Reír llorando.
- Víctor Wotzbelí Aguilar (1897-1940): Utz pin pin, Actualidad, La cruz del cerrito, Añoranza, Occidente, Tristezas quetzaltecas, La patrona de mi pueblo y Los trece.
- Gumercindo Palacios (1904-1986): Lágrimas de Thelma, Migdalia Azucena, Soledad, Olímpico y Panorama huehueteco.
Aparte de las mencionadas hay cientos de composiciones y decenas de autores que han hecho suspirar a los guatemaltecos.