Todo empezó luego que una persona llamó al número 1563 y ofreció detalles sobre movimientos sospechosos de un hombre que frecuentaba la casa 12, manzana H en la 4 avenida 1-50 del condominio citado.
De acuerdo con la información, la Policía le dio seguimiento a la información y, fue Gobernación quien le informó a la Fiscalía Especial Contra la Impunidad (FECI) del Ministerio Público del caso.
En la casa de San Lucas Sacatepéquez, los investigadores encontraron varias motos de lujo, un vehículo de modelo reciente y otra clase de artículos que podrían aportar a las investigaciones.
El pasado 29 de abril, las fuerzas de seguridad buscaron a Monzón en la finca San José las Lágrimas, Esquipulas, Chiquimula, ese día se informó que una persona parecida al prófugo pasó la noche en ese lugar.
En Mixco
Un segundo operativo se realizó en los residenciales Altos de Castilla, zona 8 de Mixco, en la casa número 1, ciudad San Cristóbal.
Ahí según el MP habrían ocultado a Monzón algún tiempo, sin embargo al momento de la diligencia no se encontró en el lugar.
En el inmueble se incautaron algunos artículos electrónicos que podrían ofrecer información a los investigadores sobre el paradero de Monzón, por el que el ministerio de Gobernación ofrece una recompensa de Q100 mil.
Baldetti y Juan Carlos Monzón
El 19 de abril último, tres días después de que el caso La Línea salió a la luz pública y que Monzón desapareció, Baldetti retornó a Guatemala y respondió pocas preguntas de la Prensa, y no dejó en claro qué día regresó. En cambio, insistió en que Monzón la había acompañado a Corea porque él tenía interés de aprovechar el viaje para asuntos privados de sus empresas en Asia, lo cual aceptó Baldetti pero que lo hiciera después de que cumpliera con el acto oficial.
“Lo llamé, le dije: estás destituido como secretario privado. Te exijo que regreses lo antes posible a ponerte a disposición de los tribunales de Guatemala y que no sea más de 24 o 48 horas para ello, por tu familia y por la confianza que te di por estos años”, recordó Baldetti que le dijo a Monzón ya había desaparecido de Corea.
“¿Qué me iba a imaginar yo que mientras me imponían una toga yo tenía que investigar al otro -Monzón- que tenía a la par hasta dónde iba a dormir? No me lo hubiera imaginado jamás”, aseguró en esa conferencia de prensa.