“Albañil, cómo el papá” 

El pasado 22 de junio, en el asentamiento El Naranjo, en la zona 7, el pequeño Sergio Francisco Ottoniel García González, de 13 años recién dormía junto a sus hermanas, Génesis Peniel de 11 y Marleni Jazmín de 16, cuando una granada –lanzada por desconocidos-  interrumpió el descanso de los pequeños.

La familia ha improvisado una casa de lámina y madera donde estableció su hogar bajo el puente que une el Condado el Naranjo, un sector residencial de clase alta con el Anillo Periférico, y con los recursos limitados que el padre, albañil de oficio lleva, intentan sobrevivir.

Siete personas estaban en la vivienda el día del granadazo, los tres menores resultaron con heridas graves por las esquirlas, sin embargo solo las niñas logran sobrevivir, Sergio Francisco  a pesar de luchar contra la muerte, falleció.

“Solo recuerdo que recién nos acostamos cuando se escuchó un estallido. Al despertarme vi a mis tres hijos heridos. De ellos el único que no resistió fue Sergio.  Murió en el hospital por las heridas en el cráneo”, declaró Berta González, mientras se recuesta en el marco de una puerta de su casa y recuerda a su único hijo.

González lamenta la pérdida de Sergio Francisco y en este Día del Niño, vuelven a su memoria celebraciones anteriores donde con poco dinero, lograban comprar pizza y pasar un momento agradable en familia.

“Para esta ocasión además de celebrarlo en la escuela, nosotros con mi esposo los llevábamos a comer, a veces pollo o pizza, casi siempre pizza porque era su comida preferida, pero este año para mi será difícil porque él no está”, narró entre lágrimas la progenitora.

Berta dijo  que el mejor regalo que le pudieran dar a la memoria de su pequeño es castigar al responsable del ataque que le quitó la vida, sin embargo la investigación de las autoridades aún no arroja resultados.  “Él era solo un niño, nunca  le hizo nada a nadie, su sueño a pesar de estudiar era ser albañil, como su padre”, declaró la madre mientras abrazaba a sus cuatro hijas.

“Ya vine mamita”

Manuela de Jesús Gómez Florian, de 12 años, era considerada como una “perla” por su madre María Azucena, pero por un confuso accidente en  la Escuela Oficial San José Las Rosas,  Mixco, tampoco podrá compartir como lo hacía en otras ocasiones. Manuela murió el pasado 19 de septiembre.

María Azucena cuenta que no todos los años celebraban el Día del Niño por la falta de dinero; sin embargo cuando podían la llevaba a un restaurante de comida rápida.  “Lo que si era fijo era la conmemoración en la escuela, allí llevaban piñatas, refacción y sorpresas”, agregó.

La madre recuerda que el último regalo  que le dio fue una blusa y ropa interior. “Hay Dios, mi nena tenía muchos sueños y deseos en su corazoncito, los cuales no podrá cumplir por lo que paso, la verdad es terrible  (…) ella seguirá siendo mi perla, aunque ella dejo de brillar en la tierra, su brillo resplandece allá arriba”, narró consternada.

Manuela estaba en la escuela el día de su muerte, versiones incompletas de lo sucedido ese día dan cuenta que cayó desde el segundo nivel hacia el patio del establecimiento, dos horas después llegaron los bomberos y la llevaron al hospital. Unos dicen que murió al llegar al nosocomio, otros aseguran que iba muerta desde la escuela.

A la familia la dirección del establecimiento explicó que había tenido un paro cardiáco y por eso la caída, sin embargo aún hoy se ignora si fue esta la razón del accidente o pudo ser empujada por algún compañero.

“A pesar que ella se fue, es difícil olvidar cada tarde cuando regresaba de estudiar y me gritaba ¡Ya vine mamita! ¡Ya vine mamita!”, recuerda la madre que este Día del Niño no tendrá con quien celebrar.

Sin rastro 

Marlyn Elizabeth Raymundo Álvarez no podrá convivir con sus amigos y familiares durante este Día del NIño, hace tres meses desapareció de su casa, en Jutiapa.

Gumercinda López, abuela de Marlyn y quien la cuidaba luego que la madre se fuera sin documentos a Estados Unidos a trabajar, comenta que una de las celebraciones que recuerda es cuando se compró una piñata para la celebración que este año se ve opacada por la ausencia de Marlyn.

“Hace dos años se compró una piñata, fue un rato bien alegre”, agregó.

Marlyn era la más grade  de sus hermanos y a pesar de las diferencias de edades trataba de convivir. “Que yo recuerde nunca mencionó quererse ir de la casa, imagínese es triste para mí que mi hija este en Estados Unidos y que mi nieta ahora desaparezca”, aseguró.

Para la abuela, la angustia es más “grande” cuando una persona está desaparecida porque se desconoce su situación. Aunque al inicio se manejaba la versión que Marlyn pudo huir con su novio, la hipótesis fue descartada cuando se confirmó que el novio sigue en el pueblo, también buscándola.

Según la jefa de la Unidad Operativa del Sistema Alba Keneth, Suilma Cano, actualmente hay 1 mil 505 alertas activadas de  niños desaparecidos.