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Este problema para la empresa China viene después que el Gobierno de Donald Trump prohibiera el miércoles 15, que empresas de su país utilicen equipos de telecomunicaciones de compañías extranjeras, una medida que parece apuntar a Huawei.
La firma china está desde hace tiempo en la mira de Estados Unidos. Washington sospecha que espía para Pekín y que eso la ha ayudado en su espectacular expansión internacional.
Por el momento no se sabe si la decisión de Google afectará solo a nivel estatal y cómo podría repercutir a nivel mundial.
Lo cierto, es que los dispositivos podrían quedar sin utilizarse, al no poder actualizar el sistema operativo o sin descargar aplicaciones.
Especialistas comentan que una de las opciones que Huawei podría ser aliarse con otras empresas.
La gran empresa china de telefonía Huawei respondió hace un par de días que está preparada para resistir la presión de Washington y reducirá su dependencia de componentes estadounidenses.
“Nos estábamos preparando para esto”, dijo el fundador y presidente de la empresa, Ren Zhengfei, a un grupo de periodistas japoneses este sábado, en su primera entrevista desde la decisión de Trump.
Ren afirmó que Huawei seguirá desarrollando sus propios componentes para reducir la dependencia de proveedores extranjeros.
Huawei lidera la carrera en tecnología 5G, pero depende de proveedores extranjeros.
Cada año se gasta 67 mil millones de dólares en componentes, incluyendo 11 mil millones de proveedores estadounidenses, según el diario japonés The Nikkei.
El usualmente discreto Ren, de 74 años, ha saltado a la palestra en los últimos meses coincidiendo con el incremento de la presión sobre su compañía.
El pasado militar de Ren y la opacidad de Huawei han despertado sospechas en algunos países de que existen lazos entre la empresa y los militares y servicios de inteligencia de su país.
Las agencias gubernamentales estadounidenses ya tenían prohibido comprar equipamiento de Huawei.
“No hemos hecho nada que viole la ley”, se defendió Ren, estimando que las medidas estadounidenses tendrán un impacto limitado.
“Se espera que el crecimiento de Huawei se ralentice, pero sólo ligeramente”, afirmó, según The Nikkei.
“No cambiaremos nuestra gestión a petición de Estados Unidos, ni aceptaremos vigilancia, como hizo ZTE”, aseguró, refiriéndose a otra compañía china en la mira de Washington.
ZTE casi se fue a la quiebra el año pasado cuando prohibieron a las empresas estadounidenses venderle componentes vitales, pero Trump anuló la decisión a cambio de una multa de 1.000 millones de dólares y la supervisión del departamento de Comercio de Estados Unidos.
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