El total de 231 mil deportados no suele incluir a los mexicanos que son atrapados en la frontera y devueltos rápidamente a su país por la patrulla fronteriza de Estados Unidos.
La cifra sí incluye a los casi 136 mil 700 delincuentes convictos deportados en los últimos 12 meses. El total de las devoluciones de migrantes a sus países de origen bajó un 42% desde el 2012.
El Departamento de Seguridad Nacional todavía no ha publicado las nuevas cifras internas, que incluyen datos mensuales y cubren el periodo comprendido entre el 1 de octubre del 2014 y el 28 de septiembre recién pasado.
Los nuevos datos aparecen en un momento en que la inmigración ocupa una parte importante del debate entre los precandidatos republicanos a la presidencia, especialmente en el caso de Donald Trump.
Y coincide con la puesta en marcha de la promesa electoral de Obama, previa a su reelección en el 2012, de centrarse en aplicar la normativa y las deportaciones lentas tras más de una década de números al alza.
La mayor sorpresa en las cifras fue el descenso en las deportaciones de delincuentes.
El secretario de Seguridad Nacional, Jeh Johnson, dijo el año pasado a las autoridades migratorias que se centrasen en encontrar y deportar a migrantes que suponen una amenaza para la seguridad nacional o la seguridad pública, aquellos que tienen antecedentes penales graves o quienes hayan cruzado recientemente la frontera mexicana.
La bajada sugiere que el gobierno no ha logrado dar con estos migrantes en territorio estadounidense, o que pocos de los que viven sin los permisos pertinentes en ese país tienen antecedentes lo suficientemente serios como para justificar su expulsión.
“Con los recursos que tenemos (…) estoy interesado en que nos centremos en delincuentes y recién llegados a la frontera” , dijo Johnson al congreso en abril recién pasado.
Se cree que unos 11 millones de personas viven en Estados Unidos sin permiso de residencia.
Obama ha supervisado la deportación de más de 2.4 millones de migrantes desde su llegada a la Casa Blanca, pero las expulsiones han caído de forma constante los últimos tres años.
La cantidad de migrantes devueltos a sus países de origen cayó en más de 84 mil personas entre los años fiscales del 2014 y el 2015, el mayor descenso interanual desde el 2012.
Seguridad Nacional atribuyó rápidamente este hecho al cambio demográfico en la frontera de México, más concretamente al incremento de migrantes procedentes de otros países y al repunte en la llegada de niños no acompañados y familias en el 2014.
La mayoría de los niños y decenas de miles de personas que viajan en familia, sobre todo madres con menores, proceden de Honduras, El Salvador y Guatemala.
Históricamente, la patrilla fronteriza estadounidense regresa a los migrantes mexicanos sorprendidos cuando intentan pasar a Estados Unidos sin permisos, pero Inmigración y Aduanas deben retornar en avión a quienes proceden de otras naciones.
Este proceso es más costoso, complicado y se demora más en el tiempo, especialmente cuando los afectados apelan la medida o piden asilo.
Las detenciones de nacionales de otros países que cruzaron la frontera ilegalmente bajaron también el año pasado, junto con el número de niños no acompañados y familias.
A finales de agosto, la patrulla de fronteras había detenido a unos 130 mil migrantes de otras naciones más allá de México, a unos 34 mil 500 niños solos y a casi 34 mil 400 personas que realizaban la travesía con sus familias.