Asismismo, anunció que las autoridades escocesas y estadounidenses solicitaron a las libias ayuda para “interrogar a los dos sospechosos” de cometer el atentado con la única persona que fue juzgada, Abdelbaset Ali Mohmed Al Megrahi, ya fallecido.
El 21 de diciembre de 1988, un Boeing 747 de la compañía estadounidense Pan Am que volaba entre Londres y Nueva York estalló encima de Lockerbie, en Escocia, 38 minutos después de haber despegado.
Los 259 pasajeros – esencialmente estadounidenses- y miembros de la tripulación perecieron, así como 11 vecinos de la localidad escocesa.
Reconoce responsabilidad
En el 2003, el régimen de Muamar al Gadafi reconoció oficialmente su responsabilidad en el atentado y pagó 2.700 millones de dólares en concepto de indemnización a las familias de las víctimas.
La única persona condenada, Abdelbaset al-Megrahi, falleció en mayo del 2012 en Libia después de haber sido liberado tres años antes por Escocia por razones de salud.
Tras la caída de Gadafi en el 2011, la oficina del fiscal escocés pidió formalmente a las nuevas autoridades libias colaborar en la investigación y Estados Unidos reclamó acceder a los elementos del caso.
Las nuevas autoridades libias mostraron su compromiso para conocer la verdad sobre el atentado.
En un principio, se pensó que se trataba de un ataque del ahora inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA) , en momentos en que esa organización terrorista mantenía en jaque al entonces Gobierno de la primera ministra británica conservadora Margaret Thatcher.
Una vez comenzada la investigación, las pistas apuntaron al régimen de Gadafi, simpatizante de la causa republicana irlandesa y también enemigo de Thatcher, a la que consideraba cómplice de un ataque estadounidense contra Libia en 1986.
Tras una investigación a la que se tomó declaración a más de 10.000 testigos, en 1991 se presentaron cargos contra los agentes libios Al Megrahi y Lamin Jalifa Fhimah, que fueron entregados ocho años después por Gadafi ante la presión de las sanciones impuestas por la ONU a Trípoli.
Ambos fueron juzgados en Holanda, país neutral, bajo jurisdicción escocesa, en un proceso en el que Fhimah fue absuelto y Al Megrahi condenado a 27 años de prisión, que cumplió en un penal escocés hasta que fue devuelto a Libia por razones humanitarias.
Los familiares de las víctimas británicas creen que Al Megrahi no era el responsable del atentado y han pedido que se investigue a otros sospechosos de haber cometido la masacre.